Hasta arriba

Estaba sobre el tejado de uno de los edificios mas altos de la zona baja para obserbar la ciudad desde esa altura.
Había subido teniendo que escalar por las paredes, pues no le dejaron entrar por no vivir ahí especificamente. No vivia ni ahí ni en otro sitio, siempre había estado entre las calles, y a decir verdad ese echo no le molestaba en lo mas minimo.
Se encotnraba sentado en el borde, con las piernas colgando en el aire. Su cabello era agitado por el viento que pasaba violentamente a esa altura, obligandolo a apartarse el cabello de la cara continuamente.
Su chamarra le abrigaba apenas del frio y el viento, pero el frío era algo que nunca le había moelstado realmente, llegaba a ser agradable en ocaciones.
No hacia nada mas que mirar el horizonte, las estrellas sentellando en el cielo con todo su esplendor aprobechando la aucencia de la luz de la luna nueva.

Sus pasos resonaban entre las mojadas calles de la Zona Baja. ¿qué hacía allí? ni siquiera él lo sabía... había sido un impulso... el instinto en su vagar por aquella tierra de nadie lo que lo llevó a aquellas envejecidas y mugrientas calles, el tugurio de la escoria de aquella ciudad seguramente...
Hacía caso omiso a las almas suplicantes y malditas que dejaba atrás medio muertas en las aceras.. acallaba las amenazas con una mirada.. nadie se atrevía a retar aquella aura.. no era uno de ellos desde luego.
El viento silvaba entre los callejones, sirenas.. gritos.. nada más.. o si? Una sombra aguardaba en lo alto. Alzó el rostro dejando que su capucha cayese dejando su mirada refulgente, pese a la distancia podia clavar su mirada en la suya como si estuviese delante suya, sonrió levemente, aquel vampiro... tampoco era uno más.

Su mirada permanecia perdida en la luna negra, la luna nueva, igual a la luna que precencio la noche de su transformacion en lo que ahora era.
<¿Donde esta maestro?>
Se pregunto algo melancolico sin apartar la vista, sujetando firmemente aquella placa plateada que colgaba de su cuello.
Entonces una precencia llamo su atencion, al parecer un vampiro de la clase alta había bajado a esos suburvios mugrientos donde el resto de ellos vivian al igual que el.
Le miro sin moverse de su posicion, apenas agachando la mirada, posando sus ojos que brillaban suabemente al captrar la luz de las estrellas de esa noche.
Había algo...familiar en el, quiza lo habría visto en algun lugar antes, pero le resto importancia, era un vampiro de rango alto seguramente, y hasta el momento no soportaba a ninguno de ellos, era incomodo estar a su lado, a veces creía que los vampiros bajos y los altos eran casi 2 especies distintas, y el, pertenecia a los bajos.
Su mirada se aparto de aquel ser, volviendo a mirar la luna austente, pero aun asi no podía evitar el sentirse inquieto, regrezando su mirada inconcientemente repetidas veces a aquel vampiro que lo obserbaba desde abajo.

En un parpadeo de su espectador Christophe habia desaparecido de su vista, dejando el recuerdo más de una fantasía nocturna que cualquier otro hecho.
Sigilosamente escaló por la pared sin esfuerzo, llevaba cientos de años haciéndolo, y correr por una pared no le resultaba más dificil que hacerlo por el suelo.
Como una brisa nocturna se colocó a su espalda, en uno de los laterales cubierto con la capucha, pero sus ojos dorados refulgían en la oscuridad como dos teas incandescentes, peligrosas.. y curiosas. Se mantuvo erguido tras él observándolo con cierta sospecha... ¿por qué aquella sensación..? Giró el anillo sobre su dedo que lo marcaba como miembro de la Familia Von Drakul, atributo por el que rápidamente se le podia identificar como el Conde, varias veces sus historias y rumores acumuladas a lo largo de los cientos de años precedian su presentacion... dado un aviso a su vez de su autoridad.

- Buenas noches... - susurró con aquella hipnótica y sensual voz, a la par que autoritaria y... peligrosa.

De un momento a otro el extraño vampiro había desaparecido.
Llego a preguntarse si la noche no le habría jugado una mala pasada, creando aquella ilucion para depsues desaparecer.
Trato de concentrarse en el cielo nuevamente, pero permanecia inquieto, molestamente inquieto. Pero pronto olvido aquello al oir la voz detras de el, tan consentrado estaba que no se había percatado de la precencia hasta haberla oido.
En automatico se puso de pie, quedandose parado en el borde a una distancia prudente del extraño. Sus ojos centellaron cuando se movio, ahora mejor ilumidandos por las estrellas, mientras estudiaba con la mirada a aquel vampiro. Era el mismo que creía haber alucinado ver.
-..Buenas noches.-
Respondio no muy seguro, no le daba confiansa, aunque eso no era de extrañar en el, pero a la vez algo le decia que no tenía por que estar tan tenso.
-¿se te ofrece algo?-
Decidio ir directo al grano, no le gustaban los rodeos, ademas volvía a sentirse inquieto. En reflejo una mano subio a la placa plateada, tomandola firmemente con una mano.



vuelvo rapitdo, es que tengo que lavar los trastes -.-))

Observó su reacción de alerta, quedando entre él y el vacío... sin embargo no sonrió, aquella situación no lo deleitaba como podía haber hecho con otros vampiros de clase alta, sencillamente no era así. En un acto reflejo lo tomó por la mano que sostenía algo metálico, aunque en aquellos momentos no le dio demasiada importancia, sino que lo colocó al lado suyo mirándolo de frente, sacándolo de la encerrona de antes.
Lo observó en silencio meditando la respuesta, no era algo facil de contestar...

- Instinto - comentó sinceramente encogiendose de hombros. Se llevó la mano al mentón para rascarse la barbilla, dejandole ver aquel anillo, facilmente reconocible como distintivo de clanes. - ¿Sabes quien soy? - cuestionó dejando caer la capucha; sus rasgos eran diferentes a los de los demás vampiros, su piel era más pálida, similar al marmol, perfecta, dura como sus rasgos, marcados delatando su ascendencia de las frias tierras del norte, pero a su vez elegantes denotando su alto linaje a la par que su antigüedad. Ciertamente encajaba con las historias acerca del Conde, realmente no podía ser confundido con muchos otros vampiros...



(tarnquilo, no pasa nada ^^)

Al sentir como sujetaba su mano para alejarlo del borde un escalofrio recorrio su cuerpo, casi haciendo que lo soltara con un manotazo, no lograba soporttar el contacto fisico, se podría decir era de sus puntos debiles, siempre reaccionaba asi aunque no quiziera.
Iba a responder a su pregunta con un "¿por que habría de saber quien eres?" cuando vio el brillante anillo, quedandose estatico.
Aun un vampiro callejero como el, sin nadie que le hubiera instruido reconocia ese simbolo, mirando despeus su rostro con atencion cuando se quito la capucha.
No cabía duda en que se trataba de alguien antiguo, por lo tanto noble como había supuesto en un principio.
-...el Conde supongo.-
Adivino, citando el nombre que había escuchado decir a muchos sobre aquel "personaje" entre los vampiros, sintiendose inevitablemente intimidado por su precencia.
Ahora la duda era que estaría haciendo en aquella zona tan baja y...por que se habia acercado?

Su faceta de hielo se quebró sutilmente, mostrando la sombre de una leve media sonrisa al vampiro.

- Exacto... y tú eres... - preguntó soltando su mano, sin embargo aquella chapa... solo se veia un poco, pero clavó su mirada en ella... ¿como iba a olvidarla..? Se llevó instintivamente una mano al cuello, donde al arrancarla aquel neonato.. dejo una pequeña marcar.. ¿Por qué demonios la tenía él? Lo observó con detenimiento, alerta y en tensión.

- ¿De dónde has sacado esa chapa... ? - preguntó casi en un susurro, dotando a su voz de un timbre más afilado y peligroso, atravesandolo con la mirada mientras su puño se crispaba sonoramente.

-...Kyo...-
Se presento poniendo algo de resistencia, aliviado de que hubiera soltado su mano, no queria verse obligado a hacer que lo soltara, seguramente no era buena idea hacer enojar a alguien asi.
Obserbo sus acciones, siguiendo aquella mano que llevaba a su cuello mientras obserbaba demaciado fijo.
Retrocedio unos pasos al oir su pregunta, poniendose alerta, mientras afiansaba mas la placa contra si mismo, tratando de disimular sus nervios.
-es mia, la...consegui despeus de volverme vampiro.-
Respondio tratando desonar firme, pero la voz le había temblado, no entendia por que le interesaba aquel objeto, y no tenía pensado responder de manera completa, contandole todo lo ocurrido. Fuera quien fuera no consideraba que fuera de su icumbencia.

Alzó la mirada de un golpe de la chapa a sus ojos.

- Mientes - sentenció aprentando la mandíbula, no podía ser.. aquel chico había muerto en aquella emboscada.. él habia seguido el rastro de la manada y tan solo habia huesos a su paso.. aquel chico habia muerto antes de renacer... Sacudió su cabeza para arrancar aquellos recuerdos del pasado.

- Esa chapa.. - señaló su puño con firmeza- es mía. Quien me la arrebató... - desvió su mirada hacia aquella chapa con melancolía- murió aquella noche.. -
Observó de nuevo al joven, aquel vagabundo no tenia derecho a poseerla... seguro la habria robado... quien sabe si al propio cadaver de su discipulo... Sintió como las uñas se le clavaban en las palmas de las manos. Habria de volver a su verdadero dueño...

- Entrégamela...- ordenó dando un paso hacia él, agazapandose un poco, en un salto podria alcanzarlo...

Aquella sentencia le molesto. ¿como podíadecir eso? ni siquiera lo conocia.
Retrocedio con cuidado otros pasos, el borde estaba a unos pasos de distancia, con suerte podría irse rapido y perderle la pista...aunque no sería facil que alguien mas poderoso que el le perdiera la pista.

"es mía. Quien me la arrebató... murió aquella noche.."

Las palabras del otro revotaron dentro de su cabeza, dejandolo congelado durante varios minutos.
No...no podía ser el mismo, si su maestro hubiera sido alguien podereoso como el no lo había habandonado aquella noche que fueron atacados, podría haberse denfendido y defenderlo a al vez.
-..N..No!-
Se nego rotundamente a entregarsela, era el unico medio que tenía apra encontrar a su maestro, no se la entregaria aunque eso significara meterse en problemas mayores con aquel vampiro.
Retrocedio una vez mas, ahora evidentemente mas asustado, retrocediendo hasta quedar parado en el borde del edificio.

Estaba al borde... un empujón bastaria.. un salto y ni lo veria venir.. tan sencillo... tan rapido... ¿por qué demonios no lo habia hecho ya? Vio como seguia retrocediendo.. si continuaba ni tendria que intervenir.. el vampiro caeria...
Aquella idea lo congeló.. y no lo pensó. Centro todas sus fuerzas en su salto, en menos de un parpadeo volaba hacia él para tomarlo por la pechera de sus ropas, llevandolo a un lado para apoyarlo contra el tejado, de modo que no cayese. Respiro agitadamente observandolo, se estaba volviendo loco...

Lo observó tomando su mano para que soltase la chapa colocandose sobre él, con su cuello al alcance de sus dientes... Paró en seco observándolo desde ahi.. al igual que hace más de cien años... aquel ser vulnerable cuya vida pendia de él... dioses.. realmente.. realmente era él?

Instintivamente se alzó dejandolo ahi, observándolo con incredulidad.. confundido.. esperanzado... aquel pelo... esos ojos...
Se llevó una mano al cuello de nuevo, aquella noche... lo habia perdido para siempre? No tenia palabras..

Estaba por tomar la decicion de saltar. Sería facil, solo debía entrar en alguna de las ventanas del edificio mientras caía apra despues huir, alejarse de quel vampiro.
¿por que no lo hacía ya? estaba perdiendo tiempo muy valioso, cada segundo contaba paara escapar, para que el otro no alcanzara a detenerlo.
Dio un paso hacia atras al verlo saltar, ya no sentía el suelo bajo aquel pie, pero antes de caer el mayor lo tomo por la ropa para despeus arojarlo facilmente contra el tejado.
Trato de ponerse de pie, debía moverse ya.

El peso sobre el lo sobresalto, tanto por el contacto fisico como por que asi tenía muchas menos posibilidades.
Aferro con mas fuerza la placa al sentir como el otro la tomaba. No se la daría, auqnue muriera ahí no se la daría.
Cerro los ojos al sentir sus colmillos tan cerca de su cuello, por instantes pudo recordar aquella fatidica noche. La luna nueva sobre ellos obserbaba esa escena, era como si todo se repitiera... a esepcion de que esta vez moriria definitivamente, no renaceria.

Quedo esperando la mordida, pero en lugar de eso dejo de sentir el peso sobre el, atreviendose a abrir los ojos y mirar al mayor que tambien le obserbaba, igual o mas confundido que el. Vio como llebaba su mano a su cuello de nuevo, como si buscara algo faltante.
-...se la arranque...a mi creador, mi maestro en un descuido mientras me unía a este mundo de tinieblas...-
Murmuro mientras se sentaba con lentitud, soltando la placa, obserbandola sobre la palma de su mano, brillando suabemente.
No podía...No podía ser el... seguramente si fuera él lo reconoceria por que había sido quien lo había convertido... ya que por su lado había perdido la memoria, no podría reconocerlo aunque quiziera seguramente.

Negó con la cabeza, tomandola entre ambas manos.. No... no podia ser... pero era... era él.. y no habia muerto. Entonces él.. aquella noche.. lo abandono? La alzó para observarlo, abria la boca queriendo hablar.. pero no podia.. las palabras no surgian.

- Yo.. yo.. lo siento - se disculpó con un hilo de voz, dolido, como si lo hubiesen golpeado. Se sentó aturdido apoyando la espalda contra la pared.

- Aquella noche... te llevaron... los perseguí pero.. no estabas... cielos.. di caza a toda la maldita manada! - exclamó con rabia, todas aquellas semanas corriendo por los bosques.. no habian servido de nada...Una idea cruzó por su mente- tú... tú huiste... - susurró, en aquellos momentos habia estado tan furioso que se hizo un cazador.. solo que con la presa equivocada- Que estúpido fui... deberia haberte buscado... yo... - suspiro- disculpame Kyo...

¡Entonces si era el!
Volteo a verlo sorprendido, sin querer dar credito a aquello, no quería emocionarse demaciado pronto pero...
Escucho atento sus palabras mientras lo veía aun aturdido.
Le había buscado...no solo había huido de sus atacantes, les había perseguido para encontrarlo.
Ya no sabía que sentir, agacho la mirada recordando aquellos momentos, huyendo sin rumbo, solamente aferrado a aquel objeto que ahora pendia de su cuello, siempre buscando, preguntandose si su maestro tambien le buscaba.
No pudo responderle, no tenía palabras con als cuales responderle, aquello era demaciado...demaciado bueno para ser verdad.

Sin pararse a pensarlo alzo el puño y lo lanzo contra la mejilla del mayor, había sido una respeusta de todo lo que habia sentido esos años, la unica manera que encontro para expresarlo.
Alzo la vista, aun confundido, separando su puño lentamente, comenzando a temblar.
-yo...yo...-
Trataba de decir algo, lo que fuera...pero no podía, mantenia su mirada en el, su maestro al fin, a quien había buscado tanto.
Unas lagrimas reveldes se deslisaron por sus mejillas.
-rayos...lo siento...-
Murmuro para si mismo, ocultando el rostro y limpiando esas lagrimas, luchando contra las demas que peleaban por salir de sus ojos.

Aquella respuesta no es la que se esperaba.. pero sin duda era la que se merecía.
Alzó un poco la barbilla para que el vampiro no se rompiese la mano al golpearlo, volteando la cara.
Lo observó en silencio... era el mismo chico confundido que recogió de la linde de un camino para salvarlo..

- Me merezco eso y mucho más... - susurró sentandose a su lado, no lo pensó.. tampoco podia pararse a hacerlo; lo tomó por los hombros abrazandolo.

- Se que posiblemente no me merezca tu perdon... pero... dioses.. estoy tan confundido... Cometí un estúpido error... - se giró tomandolo por el menton para alzar su rostro de modo que mirase sus ojos - ¿Podrás perdonarme algun dia Kyo...? - Se disculpó suavemente, incluso con dulzura.

Aquella falta lo mortificaba, y sin duda iba a hacer lo que hiciese falta para expiar su pena con él... no queria volver a dejarlo... otra vez.
Secó sus lágrimas suavemente con el dorso de su mano.

Trataba de detener las lagrimas que salian de sus ojos, pero era inutil, estaba dejando salir todo el dolor que había tenido contenido, ademas del alivio, su busqueda había terminado alf in.
Sintio como lo abrazaba, tensandose al principio, poniendose rigido como si asi pudiera ignorar mas facilmente aquel contacto. Era en caos asi que odiaba su poca rsistencia al contacto fisico.
Solo pudo asentir con la cabeza a modo de respeusta, tranquilizandose poco a poco.
Lo había encontrado, lo había encontrado, ya no debería buscar, no mas...ya no...ya no estaria solo.
Un escalofrio recorrio su cuerpo al contacto directo de sus pieles, mirando directamente, todo era tan irreal.
-lo...perdono.....maestro.-
Murmuro lo ultimo, al fin decia aquello, tenía ya a su maestro frente a el.
Tubo que agachar la mirada por la verguenza de averse soltado a llorar, se sentia como un niño pequeño.
-todo este tiempo....pense que tendría miles de cosas por decirle....por preguntarle...y ahora...no logro recordar ninguna.-
Murmuro con una suabe sonrisa, terminando de secarse las lagrimas, aunque aun con los ojos humedos.


(voy a cenar)

Retiró su brazo notando lo rigido que estaba, dejandolo caer sobre una de sus propias piernas.
Al escucharlo sintió como algo en él se liberaba; y su contacto le hizo temblar ligeramente, sonriendo por aquello.

- No te preocupes... a partir de ahora tenemos todo el tiempo del mundo para que surjan nuevas preguntas... - lo intento tranquilizar- siempre que quieras claro...
Miró hacia la oscura silueta de la luna pasandose una mano por el pelo.

- Exactamente igual que aquella noche... - suspiro- siento que hayas tenido que pasar todo este tiempo solo... pero... si todavia quieres... puedes estar conmigo... te acompañaré en el resto de tu camino... y te dare las explicaciones que te debo pequeño...

Observo su suave sonrisa correspondiendo con una propia.




(ok, yo en breve ire a dormir (ya va a amanecer XD) gracias por rolear, ha sido un gusto)

Le daba gusto escuchar aquello, ahora podría pasar el tiempo con el que no había tenido al principio, todo sería mejor a partir de ahora, eso queria pensar al menos.
-si...justo como aquella noche..-
Murmuro mirando tambien la luna, por fin tranquilo como hacia mucho tiempo no estaba.
Rio suabemente al oir lo de "pequeño", volteando a ver a su maestro a modo de queja, pero sin perder la suabe sonrisa.
-no soy pequeño...soy muy grande, aunque perdi la cuenta de los años, aunque aun asi me encantara recivir esas explicaciones.-
Respondio volviendo a mirar el cielo pensativo, alguans dudas volvían.
-como por ejemplo...¿como puedo controlar el ansia por la sangre?-
Pregunto volteandolo a ver, queria saber si había manera de controlarse aunque fuera un poco.
Otra duda había surgido tambien, pero prefirio mantenerce en slencio mientras tanto, se preguntaba que pasaría ahora, acababa de enterarse que era el pupilo de un poderoso vampiro, se preguntaba si seria mejor permanecer en el anonimato y que no se supiera o si aquella noticia se difundiria.
De momento prefirio no preocuparce, ya habría la ocacion para preguntar aquello.




(ok, que descanzes^^, gracias a ti por interesarte en ser el maestro de Kyo, tambien a sido un gusto ^-^)

Lo escuchó mirándolo con una media sonrisa.
- Para mi si eres pequeño.. apenas has de pasar los cien años... - estimó divertido- mientras que yo paso los quinientos... - rio suavemente.
- La sangre... - murmuro pensativo tras escucharlo- es una necesidad insaciable.. siempre volvera... pero puedes controlarlo, de hecho puedes pasar decadas sin asesinar si eso es lo que te turba... Con entrenamiento y fuerza de voluntad puedes acallar el deseo de tal forma que puedes interrumpir la toma de sangre antes de matar a tu victima... y más adelante podras convertir si es tu deseo y tienes la habilidad suficiente...

Lo observó de nuevo con una suave media sonrisa.

-apenas 100....hmm....aun me falta mucho...-
Murmuro para si mismo. A el se le hacía mucho 100 años, pero si lo comprobabas con 500, se volvía un numero pequeño.

Escucho atento la respuesta sobre la sangre, repasando sus palabras mentalmente para que estas se gravaran bien y claro en su mente.
-no me molesta mucho matar a mi victima al tomar de ella...es que...al simple olor de la sangre pierdo el control, aunque acabe de saciarme, la vicion o olor de esta me altera demaciado...pierdo el control de mi voluntad...-
Explico mientras le miraba lijeramente confundido, recordando las numerosas ocaciones en que había perdido el control y había terminado matando a miles de los cuales no siempre tomaba la sangre.
Trato de no pensar demaciado en ello, sentandose al lado de su maestro para recargarse en la pared mas comodamente.

Sonrió al escucharlo mirandolo fijamente.

-Tambien es que yo soy muy viejo... no hay demasiados tan antiguos... - comentó distraido girando el anillo en su dedo- por eso hay tanta leyenda en torno al Conde...

Aguardó escuchando atentamente para después mirar al cielo.

- También se puede controlar eso... he atendido a humanos que se desangraban sin devorarlos... necesitas controlar tu mente... cosas como dejar de respirar ayudan, pero no te preocupes.. yo te ayudaré con eso, haré que te acostumbres al olor, la visión e incluso el sabor de la sangre pudiendo controlarte. - suspiró mirándolo con una media sonrisa- todos sufrimos con eso.. pero al final se puede controlar con apenas esfuerzo.. no te mentire que un control total no existe.. y que para cada uno hay una sangre más tentadora que otra, no todas las victimas son iguales, pero el metodo es exantamente el mismo.

Lo observó con fijeza, desde luego habia cosas que no habían cambiado..

- Cuando te encontré estabas medio muerto sabes..? Habria sido más facil devorarte que atenderte.. intente salvarte para que continuases tu vida humana, sin embargo llegué demasiado tarde... por eso te converti... Si hubiese sido cualquier otro lo más seguro es que te hubiese rematado. - comentó dejando que la brisa nocturna golpease su rostro revolviendo sus cabellos.

Escuchaba atento a sus palabras, maravillado y algo entuciasta a al vez, especialmente por la idea de poder controlarse.
Aquello era como su "primera clase", estaba aprendiendo caracteristicas de vampiros, lo que solía suceder, que todos sufrían por la sangre en algun momento, comenzaba a no sentirse unico en sus problemas.
-dare lo mejor de mi para cambiar eso.-
Respondio sonriendo suabemente, dejando a la vista uno de sus afilados insisivos.

Paso entonces su atencion a la informacion sobre el día de su transformacion, de la cual, solo recordaba la luna nueva que alumbraba el cielo.
¿Que habia pasado antes? no tenía la menor idea, le sorprendio bastante el echo de que haber estado medio muerto cuando el maestro lo encontro y que por esa razon lo había trasnfromado.
-...no lo sabía...no recuerdo mi vida humana, ni siquiera mi nombre a decir verdad.-
Comento agachando un momento la vista, pensativo. Meneo la cabeza suabemente para apartar pensamientos tristes, volteando a ver a su maestor.
-le agradesco por no haberme comido y darme esta...mmm..digamos "segunda oportunidad para vivir".-
Dijo mientras sujetaba inconcientemente la placa que colgaba de su cuello, mientras miraba al Conde.

Correspondió su mirada en la suya, nada podia perturbarlo en aquellos instantes.

- Es... normal que no lo recuerdes... algunos lo hacen con el tiempo... otros sencillamente nos acostumbramos a vivir sin pensar en el pasado... - suspiró- Aunque a diferencia de ti, yo no soy un converso... jamás fui humano, sino que mi linaje es completamente vampírico.. pero al igual que tú he olvidado mi pasado... no recuerdo si quiera el rostro de mi madre... ni la figura de mi padre - se encogió de hombros- mis recuerdos comienzan con la llegada de mi sire... mi maestro... - Musitó perdido en sus propios pensamientos. Alzó el rostro hacia la luna.

- Sencillamente algo me dijo que no podía dejarte morir... fue... un impulso - comentó girandose para mirar fijamente al chico, observando después la placa- Veo que la has guardado durante todos estos años... - dijo sonriendole.

-...no estoy seguro si quiero recordar, quiza olvidamos por una razón.-
Murmuro mirando un momento el cielo. Ahora ya no estaba tan seguro de querer recordar, pero sería lo que tubiera que ser.

Vampiro puro, como había oido decir a algunos, nunca había creído realmente si estos vampiros que jamas habían sido humanos existieran, pero al parecer si era asi.

-En ese caso me alegro que halla tenido ese "impulso".-
Comento riendo suabemente.
-De no ser por eso seguramente me encontraría a varios metros bajo tierra o...bueno tal vez en polvo, 100 años es mucho.-
Comento algo pensativo, jugeteando aun con la placa, aunque dejando de ahcerlo cuando oyo el comentario, mirandola.
-si...es que..bueno era lo unico que tenía que me pudiera guiar a usted.-

Respondio volteando a ver al mayor con una suabe sonrisa.