El retorno a ese lugar... (Semyaza)

Volvió al parque en el que todo había comenzado. Le dolía ir a ese lugar, pero una vez más Dios le había encargado proteger a un inocente. Pero al llegar, Gabriel simplemente se quedó mirando cómo un demonio aniquilaba a un inocente niño que sólo jugaba allá. Nadie se habría esperado esto de él, pero ya no sentía nada. Dios podía decirle lo que le diese la gana, pero él no escucharía.

-Mira nada más quien vuelve por aquí-

Dijo la inconfundible voz de Samyaza desde la sombras de una árbol a unos metros de Gabriel, mientras se asomaba para dejarse ver por el ángel.

-Te veo recuperado... no tan bello como antes, pero algo mejor que la última vez bajo e peso de mi perro-

-Lárgate, demonio, no metas el dedo en la yaga o no me controlaré en lo que quiera que mi cuerpo desee hacer-le dijo agresivo. Ese estado era poco normal en un ángel, y menos en él. Era cierto que estaba mejor que la última vez que se habían visto, pero tenía ojeras, apenas había tomado ningún alimento y no se relacionaba demasiado con los demás ángeles. Estaba claro que había cambiado, pero no le daría esa satisfacción al demonio.

Samayaza ocultó la impresión de ver como el ángel se dirigía a él y simplemente se acercó un poco, guardando alrededor de un metro de distancia.

-Veo que ya no quieres estar cerca de mí como me lo chillabas hace un mes.-

Le dijo en un tono burlón, la verdad tratando de ocular su propia frustración.

-Entonces yo creía en el ideal del amor, la justicia y la felicidad cercana... Ahora solo puedo pensar en cómo me echaste de tu reino, sin siquiera mirarme con algo de lástima después de todo lo que me habías hecho. ¿Y aún tienes el valor de echarme en cara que ya no quiero estar cerca de tu persona? Ni siquiera un demonio puede ser tan estúpido-le aseguró con la voz fría, cortante, pero sobre todo vacía de sentimientos. No denotaba el dolor que sentía, no denotaba odio o miedo. Simplemente comunicaba su estado, o el estado que quería que el demonio conociese.

-Ya veo...-

Le dijo percibiendo el aroma de otro en el cuerpo del ángel, no estaba seguro de por que y como había llegado es aroma al cuerpo de Gabriel, pero sí estaba seguro de que le había molestado.

-Eres una puta...- le dijo con algo de rencor en la mirada. -No acabas de sanarte y ya estas echando polvos con otro... veo que te gustó mucho perder la virginidad en mi infierno.-

-¿Y eso a ti te importa? Si decido irme a la cama con otro no es de tu incumbencia, estuvo claro que rompías el trato en el momento en el que me dijiste que me fuera, no te pertenezco, y mi cuerpo tampoco-le dijo cruzándose de brazos y sentándose en el banco que tenía a sus espaldas-. Yo me he buscado la vida, igual que tú, en eso no somos distintos: somos supervivientes.

el demonio sin saber claramente que se le metió en el cuerpo simplemente se cerco al ángel y le abofeteó el rostro con dureza, era una acto claro de celos, pero eso a él no le importaba, había querido partirle la cara en ese minuto...

-...-

Iba a decir algo, pero no lo hizo, en vez de eso le dio la espalda al ángel, pero no se movió de ahí

Se palpó la mejilla abofeteada, sintiéndola caliente bajo la palma de su mano. Lo miró aturdido. Realmente no sabía qué se le estaba pasando por la cabeza a ese demonio.

-Creo que tienes que aclararte las ideas y saber qué es lo que quieres, demonio-le dijo en el mismo tono que antes había usado. No iba a ceder, aunque por unos segundos se había hecho ilusiones por que Semyaza estuviese celoso del otro... Con el que evidentemente no se había acostado, sólo habían jugado un poco, pero nunca llegando al acto sexual.

-No tengo nada que aclarar... está todo perfectamente claro...-

Le dijo sin voltear.

-Debí imaginar que no podrías aguantarte a sentir otro cuerpo cerca tuyo...-

Realmente estaba afectado, le moletaba tanto que hasta sus ojos se habían puesto levemente rojos, opacando el azul que los caracterizaba

-Y yo no me puedo creer que realmente creas que soy capaz de acostarme con cualquier otro en menos de un mes-le dijo seriamente, ya su voz estaba empezando a denotar un tono de enfado. Se llevó la mano al hombro en el que aún quedaba la cicatriz de la mordida que el perro de ese demonio le había dado. Y de repente sintió de nuevo el calor del demonio contra su piel, su cuerpo sobre el suyo... Ese cuerpo caliente, moviéndose en su interior... Se frenó a sí mismo antes de continuar.

-Mira... No sé qué es lo que pretendes, porque es evidente que aunque me digas que no te estás comiendo la cabeza por esta situación, y no sé realmente por qué, después de todo fuiste tú quien me tratastes fatal y luego me despachastes como a un vulgar insecto...

Se giró y lo tomó con fuerza por una de los brazos apretando con fuerza su muñeca, pero procurando no llegar a quebrarla. Lo arrastró hasta quedar bajo el mismo árbol en el que se encontraron aquel día, lo acorraló contra el tronco del árbol, en que en parte comenzaba a florecer y en parte a marchitar.

-¿Qué querías que hiciera... que dejara que mueras...?... te estabas muriendo Gabriel y yo no podía hacer nada, absolutamente nada, no puedo evitar ser como soy... así que te alejé.-

Le dijo con voz ronca y suave, como si no quisiera que ni siquiera el ángel escuchara sus palabras.

-Me tratabas como a un simple objeto, Semyaza. No te importaba lo que sintiera, lo que deseara, dijera o gritara... Tú sólo pensabas en tí mismo y en tu propio placer, y luego por si fuese poco... Me despachaste como a... un mendigo... -musitó, tuvo que apartar la mirada para no echarse a llorar ahí mismo, delante de quien no quería hacerlo-. He pasado un maldito mes recordando una y otra vez cada una de tus duras palabras... Y yo no me moría simplemente porque estaba contigo, sino que me estaba muriendo por el trato que me dabas. Tú significabas todo para mí, y yo para ti nada... Eso es lo peor que puede pasarle a un ángel, por eso nos prohibieron enamorarnos en su día de seres que no fuésemos nosotros mismos...

-Ustedes son seres egoístas también, Señor de los ángeles...-

Le dijo al tiempo que le soltó la mano en forma brusca y volvía a alejarse de él, En cualquier minuto volvía a volarle la cara al ángel de una cachetada.

-Ibas a morir tarde o temprano, por que yo todo lo que quiero para ami termino destruyéndolo, matándolo... haciéndolo desaparecer.-

Terminó de agregar empuñando con fuerza su mano frente a su vista, tenía mucha rabia contenida, en especial hacia el ángel, que le había hecho pensar... que... pero no da, era igual a los dioses, decían cualquier cosa y abandonaban fácilmente... después de todo... Gabriel no había hecho ningún esfuerzo...

Gabriel se quedó perplejo ante sus palabras, unas que nunca habría esperado de un demonio, y menos de ese. Significaba eso que...

-¿Y eso quiere decir... que me quieres?-le preguntó con la voz temblorosa. Simplemente no podía creerselo, estaba dando vueltas una y otra vez a lo dicho por el demonio, pero no le encontraba ningún sentido. Se acercó a él y lo abrazó por la espalda, apoyando su rostro en la musculada zona-. Dime la verdad por favor... Ya no quiero palabras crueles de demonio...

Samyaza optó por ignorar las preguntas del ángel, y la verdad era que le incomodaban bastante. Él, un demonio de su talla, queriendo a un ángel de la de Gabriel, era para poner el grito tanto en el cielo como en el infierno, no podía dejar que eso pasara, por ningún motivo...

-Gabriel.... las cosas no son tan simples.-

Le dijo, sonando por primera vez serio y calmado, al tiempo que le miraba frente a frente

-No son fáciles porque tú no lo pones fácil...-le acarició la mejilla... Y finalmente toda su dura y fría apariencia se derrumbó por completo, dando paso a unas lágrimas desconsoladas-. ¿Tan difícil se te hace amarme? ¿Por qué no puedes corresponder a mis sentimientos?-su corazón se había desbordado, dando a conocer todo lo que sentía en esos momentos y lo que llevaba sintiendo un mes-. ¡¡Tú no sabes cómo me sentí cuando me obligaste a separarme de ti!! ¡No tienes ni idea de lo que he tenido que pasar para poder levantarme de la cama este mes! ¡¡Tú no puedes entender nada porque no me conoces ni quieres hacerlo!! ¡¡¡Me usaste para sexo y para nada más!!!