Algo de lujuria? (privado)

Se adentró vagando por la ciudad, ausente a los seres que caminaban por su lado, vagas e inútiles sombras... Sus pasos resonaban en las mojadas aceras, marcando un ritmo seco y metódico mostrando la autoridad del propietario. Se fijó en los fluorescentes rojos de una entrada, viejos, su sonido y parpadeo era perfectamente audible en un zumbido... Se acercó a la entrada de la cual el gorila del portero le habrió la puerta sin problemas; descendió por las escaleras dejando que la atronadora música inundase sus oidos. Parecía ser la entrada al club, estipers, clientes, camareras que te harian más de un servicio, un escaparate de putas... Nada nuevo, fue empujándose sin delicadeza con los desaforados cuerpos que se restregaban al son de la atronadora música, abriéndose paso hasta la barra, dejando que lo alumbrasen los neones azules y rojos de el local, que teñian todo entre las fantasmagóricas luces y las apremiantes sombras.
- Vodka negro.. y deja la botella - ordenó a la camarera sin hacer caso a sus lascivas insinuaciones. Penoso... pensó sin clemencia dejando un desgastado billete. Observó el negro nectar quitándose la capucha, desde luego sus rasgos no eran como los de cualquier vampiro, su linaje y cuidado lo hacian resaltar, y más con aquellas luces. Él no buscaba una puta... buscaba lujuria que aquellos rastreros seres no podian ofrecerle.

Buscaba algún alma de la cual alimentarse, nada exquisito por ahora, sólo un bocadillo, y que mejor lugar para eso que un prostíbulo, lleno de lujuria y almas opacadas por lo que era sentir el placer de otro u otros cuerpos en algunos casos. El sabía muy bien lo que era el placer, en especial propinarlo, era una de las armas más efectivas que puede tener un demonio.

Se sentó en uno de los sofás que había en el lugar, un poco alejado de todos, a observar, al parecer sería una larga noche para encontrar algo decente, que si bien no andaba buscando lo mejor de lo mejor, tampoco iría con cualquier cosa sólo por descarte.

Una camarera se acercó para ofrecerle algo de beber, rechazó simplemente haciendo un movimiento con la mano para que se marchara.

Esa noche bebería, pero no alcohol, esa noche bebería placer del cuerpo de otro.

El sonido de la puerta le hizo girar la cabeza, un hombre de aspecto imponente acababa de entrar, y su aspecto le resultaba vagamente familiar...
Se sonrió al ver como rechazaba a la camarera con una imperativa al parecer ya acostumbrada; y si bien la lujuria rezumbaba por el cuerpo de aquel demonio no era menos que la admiración y el deseo de los presentes, cuyos murmullos se alzaban lascivamente.

Tsk... ratas inmundas.. como si fuesen dignas de la atención de aquel ser.. negó con la cabeza mirandolas con asco, realmente no había nadie destacable como para parecer una digna presa, ni del demonio si suya.

Bebió un trago del vodka sin apartar su mirada del demonio, cuando una amplia sonrisa se cruzó perversamente divertida, claro que lo había visto antes, se trataba indudablemente de Semyasa, aunque nunca había hablado con él la fama le precedía.

-Finalmente...-

Susurró al posar sus ojos en el ser que le miraba desde la barra, estaba tan asqueado de lo que había visto hasta ahora que no había notado su presencia. Un ser oscuro... perfecto, no habrían límites a la hora del sexo. Se puso de pie e hizo la esperada jugada de acercarse a él. Cando finalmente llegó se dio cuenta de que en realidad, esa noche podía valer mucho más la pena de lo que esperaba.

-Buenas.-

Le dijo pasando su mano por la cintura del otro, un movimiento osado, sí, pero ambos habían ido a fines muy similares a aquel lugar y no estaba dispuesto a perder el tiempo.

El demonio había elegido, y todo aquel que hubiese posado sus ojos sobre él para esa noche, ahora debía retirarse, por que además, había elegido bien, no había nadie ahí adentro que si quiera pudiera osar competir con el bello vampiro que ahora estaba entre los brazos del demonio.

Una perversa sonrisa se cruzó en su rostro cuando vio al demonio cruzar la sala y más cuando lo abrazó por la cintura. Llevó uno de sus brazos por encima de sus hombros para tomarlo de la nuca pegandose a él.

- Desde luego ahora lo son... - susurró lascivamente en su oido para luego tomar su lóbulo entre los dientes tirando de él en una provocación. Separó un poco su rostro de él bajando su brazo hasta las nalgas del demonio, apretando su entrepierna contra su miembro con descaro- Que figura tan notable para un tugurio tan deplorable... - comentó sensualmente aunque a su vez con un tono burlesco al dirigirse al local.

Normalmente no se dejaba tratar de aquella manera tan.. "sumisa" pero ante una figura como la suya no le importaba en absoluto dejarse guiar... al menos hasta la cama, donde su verdadera naturaleza no dudaria en despertar dando un delicioso juego. Observó al demonio sonriendole sensualmente mientras en sus ojos refulgía la lujuri, realmente estaba bien dotado.. seria una noche divertida .

-Vamos a mostrarle a estos seres inferiores lo que es el seo con calidad...-

Le susurró mientras dejaba que el vampiro le tocase y se deleitase, tal como el lo hacía en ese momento, pronto tomó al vampiro por la cintura y din cuidado de botar lo que había encima de la barra, lo sentó sobre ella.

-Nuestro lecho por esta noche, ser la vista de los presentes.-

Si bien en el lugar, era común esas escenas, e incluso en ese momento en uno que otro rincón ocurrían, no lo eran con dos exponentes de criaturas semejantes. Se posó entre las piernas del vampiro y comenzó a desnudarle, dejando a la vista el hermoso y perfecto torso del mismo. Acercó sus labios a la fría piel, besándola y haciendo que se calentare poco a poco.

Sonrió lascivamente ante el comentario del demonio, y si bien le sorprendio verse encima de la barra de repente no fue para nada desagradable. Si buscaba lujuria había encontrado algo mejor...

- No me esperaba menos de alguien como tú... - susurró divertido dejandose desnudar, suspirando con deleite al sentir su boca recorriendo su torso. Llevó una de sus manos a su nuca invitándolo a continuar, mientras se agachó un poco para desabrochar habilmente sus ropas, ahogando su respiración en su cuello mordiéndolo dejandole sentir sus colmillos, pero sin perforarlo en ningún momento. Llevó una de sus piernas por encima de su cadera llevándolo contra sí mismo.

ALzó la cabeza dejandose hacer para observar como poco a poco captaban las miradas lujuriosas, divertidas, excitadas y envidiosas de los presentes, después de todo era un espectaculo que dificilmente se pasaba por alto. Su torso ya desnudo se coloreaba con los neones, posó una de sus manos en la parte alta de la barra donde se colocaban las botellas para sujetarse, algunas calleron, pero poco le importaba, sentir el excitante recorrido de su boca eclipsaba su atención.

El demonio se separó un poco y se quitó la chaqueta y el sweater con el que había salido esa noche, ropa casual que extraña vez llevaba. Dejó que tanto los presentes como el vampiro se deleitaran con su figura, que independiente de lo perfecta que era, al ser de una demonio, llamaba por sí la atención.

Volvió a acomodarse entre las piernas del otro ser y besar con más vehemencia aquel cuerpo, bajando poco a poco hasta llegar a su ombligo, lugar donde jugueteó un poco con su lengua, mientras una de sus manos apretaba con un poco de fuerza una de las perfcetas tetillas del vampiro, la otra mano tomaba un pedazo de vidrio de una copa que se había quebrado.

-Vamos a ver que tanta lujuria están dispuestos a observar...-

Le susurró contra el aún cubierto miembro mientras comenzaba a realizar cortes en el plano y pálido abdomen del vampiro, haciendo que la sangre comenzara a brotar de él. Atrapó parte del miembro ya excitado por encima de la ropa, apretándolo con los dientes para provocar más excitación.

Observó con deleite como desnudaba su torso, llevando sus manos a él avidamente mientras dejaba que continuase catando su cuerpo a placer, pues era una sensación agradablemente excitante, después de todo... estaba jugando con fuego.

Gimió con fuerza ante aquel mordisco a la par que sentía como la sangre brotaba de su vientre. La sangre, su olor, su visión, sin duda despertaban su instinto más cercano a la perdición; tomó la muñeca del vidrio con fuerza apartandola mientras se inclinaba dejandola a la altura de su boca.

- Te gusta jugar fuerte eh..? - susurró dejando su voz fluir en una melosa y peligrosa caricia de su voz, tan hipnótica y penetrante como siempre que había sangre de por medio. Observó al demonio a los ojos intensamente alzando su cabeza por los cabellos para que el susurro fuese contra sus labios. Le dedico una lasciva sonrisa antes de llevar su boca al vidrio recogiendo la sangre en una sensual lamida para llevar su lengua entre sus labios recorriendo su cavidad ávidamente apretando su rostro contra el suyo, quizá reclamando su lengua casi violentamente mientras se pegaba a su vientre tiñéndolo con su sangre.

-Aún no has vito nada violento...-

Le dijo mientras dejaba caer el vidrio y con suavidad alejaba la mano del vampiro de su cabello. Se acercó a los labios del vampiro, le atraía particularmente la forma en que asomaban sus colmillos cada vez ue este hablaba o sonreía. Comenzó a besarle en forma demandante, presionando ambos cuerpos. Recorriendo con sus manos la espalda del vampiro, que en un movimiento ágil y fuerte, rasgó la tela del pantalón y levantando un poco las caderas del otro, terminó por quitar, sin alejarse en ningún momento de sus labios, simplemente rompió las telas que antes cubrían el cuerpo del vampiro.

Esa noche... quería divertirse.

Sintió con cierto desagrado el hecho de que su caro pantalón estuviese hecho trizas. Lo aferró por el cuello separando su boca unos milímetros.

- Espero que merezca la pena ese destrozo... - susurró mordiendo su labio inferior de modo que uno de sus colmillos lo rasgase haciendo brotar un hilo de sangre el cual recogió de una lamida autoritaria.

Arqueó su espalda al sentir sus manos antes de llevar las propias al pantalón del demonio desabrochándolo con habilidad, mientras su notable miembro crecia al descubierto liberado de la presion del pantalon.

-Si puedes permanecer consciente hasta el final... me dices si valió la pena-

Le dijo antes de penetrarle en seco, sin preámbulos para prepararle antes ni nada parecido, simplemente clavando su miembro en el cuerpo del vampiro, de una ola vez y hasta donde le permitió el espacio al interior del mismo, ya que el porte del demonio era, por decir lo menos, bastante más grande de lo común.

Pudo sentir como la carne se abría en el interior, como la sangre lubricaba al mismo tiempo permitiendole un poco más de movimiento. Sus manos acariciaban el torso del vampiro y con su mente hizo que el otro sintiera que no eran dos, sino varias manos invisibles las que le tocaban, por todos lados, sus piernas, sus brazos, su espalda, apretando, acariciando, pellizcando...

Comenzó a moverse retirándose casi por completo solo para volver a embestir bruscamente el hermoso cuerpo del otro.

La intromisión del demonio le arrancó un quedo gemido; se esperaba algo asi por su parte, pero pese a todo lo habia tomado por sorpresa.
Lo tomó por los hombros, clavando sus uñas en su piel por la violencia de las embestidas, haciendo que su piel quedase marcada con unas finas lineas carmesí por la carne abierta a causa de los arañazos.

- Puedo.. no soy como tus otros juguetes.. - susurra lascivamente en su oido, da un azote a una de sus nalgas con fuerza, marcandola mientras afirmaba su mano en ella- Que traviso.. - comentó mostrando una lujuriosa sonrisa, echando su cabeza hacia atrás al sentir aquellas manos fantasmales; sin embargo lo que esperaba era otra de sus penetraciones, sintiendo como la sangre manchaba su vientre, sin embargo queria... - más - exigió, pues aún tenia porte por meter, y él no se amedrentaba con cualquier cosa...