Hogar, dulce hogar... (privado)

El taxi fue relativamente rapido... quizá estaba demasiado perdido en sí mismo... Apoyó la frente sobre el cristal sin soltar a Velkan.. se alegraba de haber bajado la ventanilla...
Pagó la cuenta con extra, no le importaba realmente... y lo tomó en brazos para llegar a casa, solo queria que se acabase aquella interminable hora... su encuentro con Merek aun persistia en su mente, no se habia calmado... el Conde aún latía en él, y el estado de su prometido... bueno, no era el mejor que digamos.
Subió hasta la habitación, tomando un barreño de la cocina para dejarlo en el cuarto... por si acaso...
Lo acostó en la cama sentandose a su lado observandolo en silencio, el cansancio de todas aquellos acontecimientos comenzaba a hacer mella en él.

Velkan comenzó a tener conciencia de sí mismo cuando entraron en casa. El viaje en el taxi lo había mareado más de lo que ya estaba, y en cuanto se sintió en la cama y vio el recipiente junto a ella, tuvo que asomarse a vaciar una vez más su revuelto estómago. Aún no estaba cuerdo del todo, pero por lo menos ya sabía qué estaba haciendo y cómo, y no como antes que no sabía ni a dónde caminaba.

-Chris...-musitó algo afónico, con la voz pastosa por los vómitos.

Observó como vomitaba una vez más, con la sombra de una sonrisa en sus labios al escuchar su nombre... Tomó su frente para evitar que sus cabellos se manchasen, sosteniendolo a su par para volver a recostarlo cuando vio que se sentía un poco mejor. Tomó un pañuelo para limpiar su rostro, acariciando su labio inferior para besarlo con suavidad después, sin atender al sabor que discernia del habitual en su boca.

- Aquí estoy amor... - susurró, besando su frente después- aguarda un segundo... -

Vació el recipiente en el cuarto de baño limpiandolo un poco, dejandolo de nuevo en la habitación para regresar con un vaso de agua. Se sentó a su lado arrimando una silla para no molestarlo, ofreciendole el vaso para que bebiera mientras tomaba una de sus manos tiernamente, con firmeza, observandolo todavía algo ausente.

- Bebe.. - lo invitó acercando el vaso a sus labios, soltando su mano para incorporarlo levemente.

Se sintió conmovido por las atenciones que el otro le prestaba. No sabía exactamente lo que había pasado esa noche, pero sí que se había pasado bebiendo y eso seguro que habría asqueado a Chris y le habría acarreado molestias. Bebió del vaso que el otro sostenía sobre sus labios, lentamente, pues aún no estaba seguro de que su estomago se hubiese asentado por completo. Le dolía un poco la cabeza, y se sentía mal porque Chris lo había visto en un estado tan deplorable.

-Lo siento...-musitó con voz ahogada cuando hubo acabado de beber-. No quería... no sé qué pasó... Yo creo que me excedí con la bebida...-musitó, no podía ni siquiera mirarle a la cara-. La próxima vez... si es que hay una... no beberé alcohol... Tomaré un zumo de naranja...

Sonrio con suavidad escuchandolo, acariciando su mejilla cariñosamente.

- No amor mío... no te disculpes... - susurró retirando el vaso para alzar su rostro levemente, inclinando el propio para poder verlo - todo está bien... menos tu estomago - bromeó con suavidad. Sentía la vergüenza de Velkan, la cual quería disipar... Incluso en esos momentos le enternecía... Sonrió casi para si mismo mientras peinaba sus cabellos, algo revueltos tras los acontecimientos, colocandolos lo mejor que pudo.

- No te preocupes... sigues radiante... - le susurró al oido para besar su mejilla con suavidad, sin dejar de acariciarlo- ¿te traigo algo..? - cuestionó algo preocupado, preguntandose si recordaria lo de su padre... Esperaba que no lo hiciese, al menos en aquel momento - ¿qué tal te encuentras...? - preguntó con suavidad sin dejar de sonreirle.

-Pero... Yo no te merezco, eres tan bueno conmigo que no sé cómo puedes estar conmigo como si no hubiese pasado nada... Seguro que he dado un espéctaculo deprimente y tú has tenido que soportarlo todo... De verdad que no sabes lo mal que me siento en estos momentos...-musitó llorando amargamente, cubriéndose el rostro con las manos-. No me importa mi estómago o mi dolor de cabeza, sólo quiero que tú y yo estemos bien para siempre... Y después de lo de esta noche dudo mucho que las cosas puedan seguir como antes...-se acurrucó contra él, que era lo que más necesitaba en esos momentos-. Por favor... No me abandones por esto...

Lo tomó entre sus brazos, haciendo un poco a un lado para sentarse en la cama recostandolo en su pecho, acariciandolo con dulzura, hundiendo su rostro en su cabello.

- Shhh... no digas eso nunca...- susurró con cierta urgencia, mientras el candado que habian formado en torno a él se estrechaba un poco- Nunca te abandonaré... y menos por una tontería así...- comentó con firmeza- Las cosas no seguirán como antes.... creo que me volveré algo menos permisivo con tus ingestas de alcohol- comentó con humor riendo con suavidad, besando su rostro, bebiendo sus lágrimas- no llores mi amor... de verdad que todo está bien... -intentó consolarlo, le entristecia verlo asi... - Tendrás que esforzarte un poco más para separarme de tu lado... un par de vomitonas no me alejarán de ti...- alzó su rostro nuevamente para besar su boca con cierta desesperación. ¿Cómo podía decir aquello..? Si supiese que era alguien imprescindible para él... - Solo necesitas descansar amor mío... de veras... mañana estarás mejor... y yo seguiré aqui... al lado del hombre que amo...

-Eres tan bueno... De verdad no sé cómo puedes mirarme a la cara sin que el que vomite seas tú...-musitó con tristeza, dejándose llevar por el abrazo en el que Chris los había fundido a ambos. Se sentía bien, de nuevo acogido entre esos brazos protectores que lo mimaban y cuidaban. Era otro de esos momentos especiales que nunca olvidaría mientras siguiese existiendo, otro de esos momentos íntimos que compartía con su prometido-. Juro que nunca más volveré a tomar alcohol, no quiero que te enfades ni que te sientas avergonzado de mí.

Acarició su espalda cálidamente, no pensaba soltarlo... en ningun sentido... nunca... Pese a todo estaba más calmado.. ambos lo estaban.

- No te preocupes... beberemos... pero más tranquilamente - comentó sonriendo suavemente enredando sus dedos en su cabello como tanto acostumbraba, queriendo atarlo a él por siempre.. la mera idea de sentirlo lejos lo aterraba. Cerró los ojos perdiendo su mente unos segundos, abriendolos luego mientras sonreia- Me gusta como bailas... eres muy sensual... - comentó recordando aquella parte de la noche, observandolo cariñosamente- No soy bueno.. solo sicero mi amor... - suspiró levemente- te amo tanto...

-Pero aún así eres tan bueno conmigo... Te prometo que te bailaré una y otra vez en cuanto pueda... Y en cuanto mi estómago me lo permita-le dijo besándole la mejilla con amor y cariño-. Yo también te amo, más que a nada en este mundo... No quiero perderte por nada ni nadie, eres mío tanto como yo soy tuyo... Y siempre nos tendremos el uno al otro... Además, aún tenemos una boda que organizar-le sonrió tratando de quitarle importancia al asunto-. Por cierto, ¿hice o paso algo a la salida de la discoteca? No me acuerdo de casi nada... Sólo tengo la sensación de que es malo.

Lo miró, quizá algo tenso... no sabía si aquello iba a ser buena idea... ¿pero qué se supone que tenía que hacer? ¿Mentirle..? Nunca.. nunca haría eso...
- Seguro.. que quieres saberlo..? - musitó- bueno... no hiciste nada, solo.. solo ocurrió - continuó pasandose la mano por el pelo- digamos.. que tuve un reencuentro con mi antiguo amigo y futuro suegro... - comentó dándole poca importancia, como si aquello no fuese nada. Se entretuvo poniendo las sábanas sobre ambos, cubriendolo contra si.

-Con... ¿Mi padre?-musitó incrédulo, su rostro se había puesto tan pálido como la cera. No podía creerse que lo persiguiese incluso en las discotecas. ¿Es que su padre no iba a descansar hasta verlo completamente hundido en la miseria? ¿Hasta qué punto era capaz de llegar?-. No te hizo nada, ¿no? Por su bien espero que así sea, porque por mucho que sea mi padre si te hace algo malo lo mataré-le dijo firme. No quería que notase el dolor que se escondía tras esas palabras, dolor hacia el rechazo y el odio que aún le profesaba su propio padre, al cual había querido tanto siendo un niño.

Nego suavemente con la cabeza, acariciando su rostro, queria tranquilizarlo como fuese... le dedicó una sonrisa tranquila.
- Tranquilo... no ha ocurrido nada... además él tiene más que temer que yo... le llevos unos cuantos años de ventaja en combate... - comentó suspirando - No te preocupes ok..? Incluso si me ocurriese algo.. tú olvidalo... que caigas en sus provocaciones es lo que quiere... no le des ese gusto - Lo volvió a estrechar, escuchando como las gotas martilleaban el cristal. Su tono... su rostro... ¿cuánto le había hecho sufrir aquel hombre...?

-Él... Yo lo quise... pero él nunca me quiso... Siempre me aborreció, no podía ni siquiera verme... Sólo mi madre me ayudaba de vez en cuando, y aún así no se arriesgaba demasiado por miedo a mi padre...-musitó llorando-. Creo que ya es hora de que sepas la verdad de lo que pasó con él, no quiero vivir engañándote y ocultándote todo... Te amo demasiado como para hacerlo-le dijo suavemente, aferrándose a él con fuerza.

Lo soltó solo para quitarse la camisa, dejando su cuerpo al descubierto mientras hacía lo mismo con el suyo; tenía una necesidad irresistible de sentirlo entre sus brazos, de hacerle sentir que estaba ahí... Sentía sus lágrimas resbalando sobre su pecho desnudo, al igual que le llegaban sus quedas palabras.
- Amor.. no es necesario que lo hagas... no se si es un buen momento... - musitó confuso, temía que se hiciese daño, quria arreglar todo aquello, algo que sabía que era imposible en aquel momento... Suspiró acariciando su espalda- Adelante... - le dio paso, mientras lo consentia suavemente.

Velkan tomó aire, sabía que iba a ser duro, pero lo consideraba necesario para su relación. No tenía que haber secretos entre ellos, y ese era el mayor de los que él tenía. Tomó una de sus manos con firmeza, sabiendo que lo necesitaría para poder contar su historia.

-Bueno... Digamos que yo era feliz en mi familia. Yo estaba con ellos casi todo el tiempo, siguiendo sus instrucciones y haciendo lo que me mandaban, no podía ir a las discotecas o hacer amistades con quienes mi padre no considerase adecuados para mí... Pero por lo menos nuestra relación no iba tan mal como ahora-comenzó con la voz frágil, rota por la tristeza-. Pero llegó un día en el que no quise, me negué porque se enteró de que una agencia de modelos me había ofrecido trabajo, y yo quería hacerlo y dejar todo lo demás atrás. Él dijo que su hijo no iba a rebajarse a salir en la prensa rosa, y me pegó. Durante una semana me trató fatal, me insultaba y me pegaba minuto tras minuto. Me encerraba en el baño durante días, sin darme de comer ni nada... Por fin, un día decidí irme de casa... Y a partir de ahí siempre está fastidiándome la vida todo lo que puede y más-concluyó-. No sé si eso aclarará tus dudas acerca de mi pasado, pero creía que era lo mejor para nosotros... No quiero que cambies de opinión sobre mi padre ni nada parecido, solamente que sepas la verdad.

Estrechó su mano con fuerza, escuchando cada una de sus palabras. Merek... tanto ha podido tu ego..? Siempre había sabido de su caracter... desde pequeño lo había manifestado, pero... nunca pensó que llegaría tan lejos...

- Lo siento mi amor... siento que te haya hecho todo eso... - susurró con voz queda- Sobre tu padre... bueno, ambos hemos elegido... y yo te he elegido a ti. Pase lo que pase y pese a quien le pese... Además ya sabe de nuestro compromiso, hecho al cual no se tomó muy a favor... - comentó de pasada. Se giró para dejarlo entre el colchón y él, tomando su rostro entre sus manos para mirarlo fijamente- Lo único que tengo claro.. es que te amo, y yo no pienso dejar que ni él ni nadie te haga daño me entiendes? nunca - cerró los ojos calmandose, aún tenía que controlarse, lo miró de nuevo pero con renovada dulzura- Nosotros formamos nuestra propia familia Velkan... y yo nunca te haré daño... antes me muero - enterró su rostro en su cuello besandolo- Te quiero... - susurró.

-Yo también te amo...-musitó soltando un sonoro suspiro. Su cuerpo entero se estremeció ante el contacto de los labios de Chris en esa sensible zona. Pasó las manos por encima de sus hombros, sintiéndolos duros y fuertes, poderosos y protectores como siempre-. Te he dejado con las ganas... Y te prometí que esta noche íbamos a hacerlo...-le dijo besando juguetonamente su barbilla-. ¿Sigue apeteciéndote o ya se ha enfríado tu estupendo cuerpo, mi amor?-le preguntó mirándolo con lascivia.

Suspiró, aquello era tentador... pero no debía hacerlo... se aprovecharia de él... después de lo que había bebido aún se encontraba un tanto inestable, pese a que era racional..

- Sabes que mi deseo por ti nunca se saciará... pero no se si esta noche... es lo adecuado - musitó mirándolo a los ojos con cariño, pasando un brazo por debajo de su cintura para abrazarlo- esta noche has bebido mucho... y han ocurrido muchas cosas...- comentó acariciando su pelo a la par que le sonreia para besarlo suavemente- lo mejor será que descanses mi amor...

-Pero yo no estoy cansado... Claro que si no quieres tampoco puedo obligarte...-musitó separándose de él lentamente, abrazándose a sí mismo-. Que descanses, Christophe...-le dijo muy serio cerrando los ojos dispuesto a dormirse. No volvería a ser el mismo después de esa noche, y lo sabía... Lo malo es que ese momento había llegado cuando menos se lo esperaba. Había pensado que podría ser feliz junto a su amado, pero era evidente que su padre había conseguido lo que quería sin apenas participar en ello-. Cuando me despierte... hablaremos de la boda... Y de si nos casaremos o no...

Lo tomó por los hombros girándolo para dejarlo boca arriba, mirándolo colocandose sobre él.
- Hey... nunca.. nunca digas eso.. - lo miró.. con desesperación, tenía la sensación de que lo perdía, y eso lo volvía loco- Yo deseo casarme contigo... deseo pasar junto a ti toda mi vida, me oyes..? - Tuvo que soltar su rostro, dado que sus manos comenzaban a temblar. Tan frio.. tan distante.. Dios.. no podía ser cierto... No podía ocurrir, no podía desaparecer todo aquello... - Yo... dios.. qué he hecho..? - susurró más para si mismo, agachando la cabeza, necesitaba arreglarlo.. lo necesitaba- Disculpame amor mio... - suplicó apoyandose en su pecho, se senti tan debil.. pequeño ante la idea de perderlo - disculpame por el daño que te he echo.. por favor.. - lo abrazó con fuerza, como podria demostrarle su amor?

-Mira, si ya no me quieres dímelo y márchate, sal de la cama y vete... Pero no me hagas irme a mí de mi propia casa, por favor-le dijo. No podía mirarlo siquiera-. Debí suponer que después de lo que ha ocurrido no me quieras, pero no te preocupes, por unos momentos me has engañado tan bien que he sido tan inocente como para caer en tu engaño-le dijo llorando amargamente-. Debiste dejarme en manos de mi maldito padre, le habría encantado tenerme en ese estado para poder aniquilarme más fácilmente que nunca...-volvió a separarse con brusqueda-. No soy perfecto... Él llevaba razón... No soy nadie... No soy nada...

- Nunca te he engañado... ni mentido... - comentó aceptando que lo apartase. Se sentía realmente roto, como si lo hubiesen golpeado, es más, como si lo hubiesen apuñalado. Dejó la mirada en el colchón, aunque no lo veía, las lágrimas no se lo permitían. Nunca había llorado... hasta ese momento. Sentía la amargura, la desesperación, estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba, ¿cómo podia pensar todo aquello..? - Yo te amo... te guste o no, pero yo te amo... no te voy a hacer irte de tu propia casa... ya debe haber amanecido, pero no te preocupes, dormiré en el sofá o algo... - se sentó en el borde de la cama de espaldas a él, no podia ponerse en pie, no tenia fuerzas, se sentia mareado- Lo que ha pasado antes... no me importa para nada... me importas tú, me importa amarte cuando puedas corresponderme, me importa no aprovecharme de ti - sentía como las uñas se le habían clavado en las palmas, el olor a hierro no habia escapado de su olfato. Se puso en pie, pero no fue hacia la puerta, fue hacia él.. Se arrodilló al borde de la cama, tomandolo por la mejilla para besarlo ¿seria el último? - Te amo.. y siempre te amaré... pese a que no puedas corresponderme - susurró con voz rota. Cerró los ojos apoyandose en el borde de la cama, aferrandose con una mano al colchón para no caer, sintiendose paralizado, cerró los ojos agachando la cabeza, le faltaban fuerzas.. le faltaba voluntad para irse de su lado..

Velkan se sintió mal, su vista se emborronó, y de repente lo vio todo negro. No podía percibir nada, simplemente sentía que su alma poco a poco se iba soltando de los hilos de vida inmortal que lo sostenían. Su rostro se puso de un color ceniciento, y sus manos temblaban sin cesar. Se estaba muriendo, sabía que había perdido a Chris y se moría... Era toda una ironía ver cómo un ser al que algunos habían tomado por un dios, se desvanecía como el polvo por culpa de los fuegos del amor...

Vio como caia sobre el colchón, ese color.. ese frio.. Sintió como un golpe en el pecho, sentia que no podía tragar, se habia quedado helado.. no... no podía... no podía morirse! Se avanlanzó sobre él saltando al colchón tomando su rostro, sus manos, palpandolo sintiendose estúpidamente torpe.
- VELKAN!! Dios.. Dios.. no te mueras me oyes?? no te mueras!! -lo observó acariciando su rostro, ¿qué podía hacer? - no puedes... no puedes dejarme.. nos vamos a casar... nos vamos a casar... - apoyó su rostro sobre su pecho llorando, sintiendo como el vacío se apoderaba de él, no podía perderlo... no podía perder su vida.. no podía perder su alma... - No puedes dejarme... yo... yo no se vivir sin tí... - alzó su rostro hacia el techo, no importaba, no lo veía- Por qué?? por qué Dios?? por qué demonios me muestras la vida para arrebatarmela?? No... no era mi salvación cierto? no me lo diste para salvarme... me lo diste para arrebatarmelo... NO ERA UNA SALVACIÓN SINO UN CASTIGO!! - le dolía la mandíbula de la fuerza, se lo estaban arrancando de las manos.. y él no podía hacer nada para evitarlo... - Ya me has arrancado mi alma... pero a diferencia de él no me permites abandonar mi cuerpo... pero... yo no te necesito para eso... - tomó de su bolsillo la pulsera colocandosela en su muñeca, se quitó su colgante, utilizando uno de los salientes para hundirlos en su piel pese al esfuerzo que requirió, escuchó un grito, era suyo, el dolor no tardó en llegar... pero no era comparable al que sentía en su interior. Con fuerza fue rasgando su muñeca, la sangre cubria las sabanas por el profundo y grotesco corte; en minutos se desangraria... Tembloroso y destrozado se inclinó sobre el rostro de su amado- Adios amor mio... nuestro lecho nupcial es nuestro nicho... aunque... jamás... merecí... algo tan hermoso... serías mi ángel... pero yo... no voy al cielo... yo te he matado... y maldigo un alma que no tengo... y maldigo una sangre... que hace justicia... - cerró los ojos mareado, tomando su mandibula para besarlo- te amo... siempre.. lo hice desde que te conocí.. Adios mi dulce amor... al menos.. he alcanzado el honor de morir en tus brazos... tal y como viví... solo tú me diste vida... solo tú.. tienes el derecho de arrevatarmela... - volvio a besarlo, tras lo cual cae sintiendo como la sangre de su muñeca mana tiñiendo la almohada- Te amo... - susurró antes de cerrar los ojos, esperando a su lenta muerte. Dolía... pero no lo sentia... nada dolia como el hecho de perderlo.