Renovando vestuario (privado)

Se dejó guiar por Velkan hasta el centro comercial, se sonrio, todo era tan diferente a su hogar... La mano del vampiro sobre la suya no le dejaron perderse en aquellos pensamientos, realmente ahora tenia algo mucho mejor en lo que pensar. Giró su rostro para sonreirle mientras entrelazaba sus dedos con los suyos, besando su mejilla.

- Tú mandas.. - le susurró dispuesto a ver de qué iba todo aquello.

Velkan sonrió ante sus beso y sus palabras. Como siempre, se había arreglado para ir de compras, y llevaba unos vaqueros negros cedidos, con cadenas plateadas colgando de los bolsillos, una blusa negra de seda y un colgante de plata con una calavera. Se había dado espuña en el pelo, y ahora este tenía más volumen y brillo.

-Tú déjate en mis manos y te transformaré por completo en una bomba andante-le dijo mientras lo arrastraba a una de sus tiendas favoritas. Cogió un montón de pantalones de cuero y blusas con modernos diseños góticos y tribales-. Vete probándote-le dijo sonriéndole-. Voy a quitarte ese aspecto de vampiro clasicista.

Decidido, empezaba a asustarse con aquel comentario, y observó aquel monton de ropa mientras era dirigido hacia los probadores.
- ¿Vampiro.. clasicista? - masculló antes de ser engullido por la sala- ¿qué tiene de malo? - masculló para si mismo mirandose frente al espejo. En fin.. todo sea por "la nueva temporada" Sonrió mientras se colocaba unos estrechos pantalones de cuero, de estilo motorista, con varias tiras de cuero que colgaban con hebillas plateadas y cremalleras. Se colocó una camisa rojo sangre con diversos dibujos, se pegaba a su cuerpo dejando ver la musculatura, se soltó la mitad de los botones mirandose en el espejo, vislumbrando el resto de prendas.
- ¿Como demonios se combina todo esto..? - suspiró a su reflejo con ojo crítico.

-No creo que necesites ayuda, tal y como las he escogido todo pega con todo-le dijo desde el probador de al lado, pues se había llevado su propia selección de ropa-. Oye... Las camisetas de rejilla son un incordio a la hora de llevar colgantes... Pero quedan chulas-le dijo alegre-. Venga, alégrate. No es que tu estilo clásico estuviese mal, pero tienes que decirle hola a lo actual, ya llevas siglos anclado ahí...

Escuchandolo alcanzo una "red" que debia ser la camiseta de rejilla, se la colocó despojandose de la camisa. Se miró al espejo.
- Eemm..si tu lo dices... - comentó no muy seguro, mientras que el reflejo le devolvia la imagen de su marcado cuerpo surcado por la líneas oscuras de la red.
Se la dejó, cambiandose los pantalones por unos con varios rotos y cadenas, con el estampado de unas calaveras en una de sus piernas. Eligió un chaleco gris desgastado, con cuellos altos y ceñido a la cintura.
- Llevo siglos sin tener que debatirme entre todo esto... - Estoy ridiculo.. pensó apoyando una mano en el espejo mientras se despeinaba pasandose la otra por el pelo.

Velkan entró al probador en el que estaba Chris, sin siquiera avisar.

-No hace falta que te pongas cosas con las que no estas a gusto...-le dijo suavemente-. De verdad, no me importa... Mi estilo es difícil de seguir y lo sé, y más por un vampiro antiguo como tú... Siento haberte metido en este lío...-le dijo bajando la mirada mientras cogía el bloque de ropa entre sus brazos y salía a dejar cada cosa en su sitio.

Caminó detrás suya para retenerlo por la cadera, recogiendo lo que por lo menos esperaba, habia escogido antes. Lo lleva al probador junto a él sonriendole.
- Hey... -susurro besandolo- es solo que es nuevo.. son las desventajas se salir con un carca chapado a la antigua - rió acariciando su cabello- Alcanzar tu estilo es imposible.. eres demasiado para cualquiera - lo halagó alejando un poco su rostro de él para ver la ropa que aun llevaba puesta- ¿que tal estoy? - preguntó con animo sonriendole sin apartar la mano de su cadera.

-No es que seas un carca, es que simplemente tienes tu propio modo de vestir, y eso yo no lo puedo cambiar...-se detuvo a mirarlo detenidamente-. Aunque reconozco que con esta ropa estás realmente arrebatador... Tú tienes que hacer lo que quieras tú... No lo que deseemos los demás... Es tu vida, y va a ser muy larga, así que es mejor que la vivas a tu manera, sin seguir a nadie-lo besó en la mejilla.

Parpadeo ante aquel beso, escrutandolo con la mirada un tanto preocupado.
- Cierto.. pero no va a ser mi vida... va a ser la "nuestra"... - lo tomó del mentón para mirarlo a los ojos intensamente, llevando sus labios a los suyos para besarlo después- si me ayudas es mucho más facil... - susurra contra su boca sonriendo- difrutemos de esta noche si? quiero estar atractivo para ti... - susurra sensualmente a su oido.

Se dejó besar y consentir. Aún se sentía mal por haber interferido en el estilo de Christophe. Realmente no era su intención, sólo quería ayudar, pero se había pasado siete pueblos.

-Yo... Lo siento, no debí haberme metido en tu ropa...-le dijo suavemente con lágrimas en los ojos-. No me importa cómo te vistas, sólo quiero que estés a gusto y que estés conmigo...

Lo miró con ternura con una suave sonrisa, llevando una mano a su mejilla para borrar sus lagrimas.
- ¿Tan mal estoy..? - susurró suavemente bromeando, antes de besar el rastro salado de una lagrima.- vamos amor.. no has hecho nada malo de verdad... estoy agusto.. y estoy contigo... - lo abrazó formando un estrecho candado en torno a él. - me gusta esta ropa... - le susurro tiernamente.

-Aún así quiero que los próximos conjuntos los elijas tú, ¿vale?-le dijo con una sonrisa-. Ahora déjame ponerte algo...-le dijo sacando una especie de fina cadena con un colgante de turquesa al final-. Dicen que es una gema protectora y que aleja los malos espíritus y los peligros...-le dijo mientras la ceñía alrededor de su cuello delicadamente-. Me la regaló mi abuelo cuando me fui de casa, pero ahora sé que prefiero que tú la tengas, como una muestra de mi amor y lo que siento por ti...

Llevó su mano a la gema acariciandola suavemente, para clavar su mirada en él después con una sonrisa. Tomó su anillo y se lo colocó en uno de sus delicados dedos.
- Mi anillo... regalo de mi sire antes de morir... es un regalo que se hace al cabeza de familia de los Von Drakul.. - señaló una "C"- "Conde", mi esencia... - besa su mano- no es gran cosa... pero quiero que lo tengas... como muestra de mi amor por ti... - Le sonrió para mirar al monton de ropa. - Mmm.. hacemos un trato... eligeme algo de esta tienda.. y luego vamos a la que yo elija... - pactó abrazando su cintura- luego nos queda mirar algo para acompañar eso - comento señalando la ropa- y quiero que me ayudes...

Sonrió cuando el otro le colocó el anillo. Se sentía muy afortunado de tenerle, y más aún en esos momentos, en los que podía comprender el amor que sentía por él. Lo abrazó con fuerza, no podía evitarlo cuando se emocionaba, y menos aún con Christophe. Le besó en los labios con suavidad y después cerró la mano con fuerza, para sentir el frio metal del anillo.

-Gracias, es lo mejor que nadie me ha regalado nunca-le dijo sonriente-. Y bueno... Digamos que por mí, te compro todo esto y todo lo que desees de la otra tienda.

Correspondio a su abrazo estrechandolo con fuerza al igual que su beso.
- Entonces hecho... pero permiteme pagar por lo menos, tu tienes la dura tarea de ser mi estilista - rió por lo bajo acariciando su mejilla con el dorso de la mano. Comenzó a quitarse la ropa para pagarla, mirando de reojo a Velkan sonriendole por el espejo. Cogió todas las ropas.
- ¿Qué más hay que comprar? - pregunto besando su cuello fugazmente.

-Bueno... Deberíamos comprarte accesorios y demás... Además de que yo aún necesito mis planchas y muchas cositas...-le dijo sonriéndole-. Pero todo lo que compremos a partir de ahora lo pagaré yo, que por algo soy condenadamente rico. Así que ni protestes, que a cabezota no me gana nadie... Y luego deberíamos ir a los baños a arreglarnos para ir esta noche super-impactantes al club...

Sonrió asintiendo, tomandolo de la mano nuevamente.
- Entonces soy todo tuyo hasta la proxima tienda... bueno, y poco más - bromeo riendo por lo bajo, acariciando su mano.- ¿Qué deberia.. ponerme? - comentó sonriendo mientras miraba un estante lleno de complementos.

Velkan miró a su vez el estante, buscando algo perfecto para Chris. Quería verlo genial, pero también con algo de su estilo clásico, no quería alejarlo demasiado de ese encantador toque. Revolvió entre los anillos, brazaletes y pulseras, y encontró un anillo de oro blanco con una cruz tallada en el centro. Era sencillo, pero al mismo tiempo impactaba y eso le recordaba mucho a la actitud de Christophe.

-¿Te gusta?.le preguntó tendiéndoselo.

Ensanchó su sonrisa tendiendole la mano para probarse el anillo. Le gustaba, mucho la verdad, se pregunto si lo habia buscado exclusivamente para él.. seguramente si; adoraba aquellos pequeños gestos que tenía con él.

- Es realmente perfecto... - asintió besando su frente. Un brillo plateado llamó su atención, una esclava brillaba, una idea cruzó su mente. La tomó sacando uno de sus pendientes, utilizando una punta para presionar la placa grabando el nombre de "Velkan" con su caligrafia clásica perfecta.

- Ahora si seré completamente de tu propiedad.. - susurró guiñándole un ojo.

-Me encantas... Creo que la gente nos mira porque no está acostumbrada a ver a dos vampiros amándose el uno al otro, ¿sabes?-le dijo. Tomó una pulserita de eslabones y después miró algunos sueltos que se vendían por separado, con distintas formas que se podían enganchar a la pulsera-. Siempre he sentido curiosidad por esto... Dicen que cada uno representa una protección o un hechizo, las inventaron los gitanos para regalárselas el día de su boda a su amor-le contó con una sonrisa-. Por ejemplo: esa que tiene la cabeza de león es para el valor, dicen que lo aumenta y que hace a su portador más valiente... Y esa que tiene forma de rayo, dicen que es para aumentar la magia eléctrica y hacerte inmune a los espíritus relacionados con ella...

Sonrió colocándose a su espalda para abrazarle mirando curioso la pulsera.
- Pues habrás de permitir que te la regale algún día... asi gastaré algo de mi asquerosa fortuna - rie con suavidad besando su mejilla- ¿me lo permitiras...? - susurro en su oido tras tomar una cuenta que llamó su atencion, tenia forma de candado- ¿y este que significa..? Me gusta..
Miró el brillo de la pieza volteandola entre los dedos, le atraia sobre las demas.

Velkan se sonrojó intensamente al pensar en el significado del pequeño candado, se lo habían dicho otras veces, pero nunca había tenido que decirlo él, y menos a la persona de la cual estaba enamorado. Sonrió nervioso y señaló el candado con el índice.

-Ésa significa la posesión, es como si cerrases el corazón de la persona que amas para que no entre nadie más... Los gitanos decían que gracias a esta cuenta los matrimonios prosperaban y que incluso las parejas morían al mismo tiempo el uno que el otro... Además también tiene algo que ver con un rito, que se llama la clausura de cuerpos... La noche de bodas, los gitanos toman a su respectiva pareja y les colocan esta cuenta para marcarlos como suyos...

Asintió mirando el pequeño candado... para mirarlo luego a él, besó aquel rubor con dulzura, y más al escuchar la explicación, afianzando más su brazo en torno a él.

- Creo que me gusta todavía más... - susurró calidamente a su oido besando su cuello- me encantaría regalartelo... pero creo que no es el momento...

Suspiro, acariciando su mano, en la que ahora brillaba su antiguo anillo, una idea cruzo su mente, poniendolo algo nervioso.

- Cada vez me gusta más la idea... de unirme a ti... de modo que pudiese entregartelo... - susurro jugando con el anillo en su mano, mirandolo esperando una reaccion, ¿lo habria molestado? ¿habria ido demasiado lejos...?

Velkan se sonrojó aún más que antes. De pequeño siempre fantaseaba con los demás chicos sobre el día de su boda: a quiénes invitaría, cuántos años tendría, cuál era su tipo perfecto de marido... y más tonterías de niños que no tienen conocimiento alguno de vida. Pero ya, después de tantos siglos, la única persona con la que podría querer casarse, se lo estaba insinuando tímidamente, como si temiese que fuese a molestarle con esa sugerencia.

-Yo... Creo que también me gustaría unirme a ti...-le dijo con suavidad, deleitándose con el contacto de su mano contra la suya-. Sin el creo, estoy preparado para casarme contigo, si es a eso a lo que te refieres...-le dijo, sus mejillas ya parecían dos tomates maduros de lo rojas que estaban.

Sintio un escalofrio, ¿de verdad estaba ocurriendo aquello? lo giró por la cintura para observar su rostro, una sonrisa se estiro en sus labios; aquella cara le confirmaba que era totalmente cierto, dejo las ropas sobre una mesa para tomar su rostro con ambas manos apurando a besar su boca, intensamente, pero con todo aquel amor que sentia por él.
Jamás había pensado que podria desear aquello.. y menos con aquella intensidad... Se separó lo suficiente para volver a ver aquel rostro, abriendo la boca intentando hablar, pero aquella alegria le hacia que no podía.

- Te amo.. te amo Velkan... - consiguió decir riendo suavemente por la felicidad- si... me refiero a eso...- se acerca a su oido- ¿qué ocurriria.. si me arrodillase y te pidiese que te casases conmigo? - susurro estrechandolo.