Curando heridas..

No tardaron en llegar al castillo, habia un pasadizo que conectaba directamente con este, el jardín se abrió dando paso a la entrada. No hizo falta presentación, todos conocian el porte del Conde; cuando entró los sirvientes se inclinaron rapidamente, y sin orden alguna trajeron un camastro para recostar a Merek

- Llevadlo al ala oeste.. - ordenó, pues eran las más lujosas, además de que estaria junto a las habitaciones del médico.- Amor, acompaña a tu padre, yo ire en unos minutos voy... - lo besó antes de perderse cojeando levemente por uno de los pasillos. Una sirvienta aguardaba junto a Velkan, pero a diferencia de los demas habia sustituido sus ropajes oscuros por una larga chaqueta blanca.

- Mi señor.. - lo reverenció- si gusta de acompañarme... - miró al Chris con una ceja alzada- Christophe... - este se detuvo girandose hacia ella, esta solo asintio. Tras desaparecer él completamente retomó su atención en Velkan, indicandole con un gesto que la acompañase, mientras esta cargaba un pequeño baúl.

Velkan acompañó a la muchacha, sin saber muy bien a dónde lo llevaba, sabía que junto a su padre pero nada más. Además, no conocía el contenido de ese baúl que ella portaba. Lo acompañó hasta la habitación en la que reposaba Merek, al cual ya habían tendido en la cama con mucho cuidado. Las heridas seguían sangrando, pero ya no como antes. Se acercó a la cama y se sentó en el borde, tomándole la mano.

-Se pondrá bien... ¿verdad?-le preguntó a ella.

La chica lo miró sonriendo de lado.

- Claro.. no se preocupe... esta en las mejores manos de todo Eristophel... y posiblemente del mundo - rio por lo bajo guiñandole un ojo - Christophe no me tiene aqui por casualidad...

Abrió el baul, lleno de botes de cristal, liquidos, sacos con plantas, ademas de material como vendas, bisturis e hilo. Empapó unas gasas con diferentes esencias que inundaron la estancia.

- Ademas por el tipo de heridas seguro que ha sido Christophe es que las ha hecho... es como un cirujano, siempre consigue lo que quiere... - masculla negando levemente con la cabeza - Por cierto... mi nombre es Margot.. un placer conocerle... - continuó habilmente moviendose por los cortes, con friegas y gasas, vendando las profusas cuyas hemorragias se cortaban de forma sorprendente.

-Me fio de ti, sólo entiende que esté preocupado por él-le dijo sonriéndole débilmente-. Encantado, Margot, soy Velkan Darko... Y él es mi padre, Merek Darko...-le explicó besando el dorso de su mano en un gesto elegante y educado a la par que refinado-. Chris nunca me había hablado de ti... Bueno, lo cierto es que tampoco hemos tenido demasiado tiempo como para hablar de muchas cosas sobre Eristophel.

Le dedicó una leve reverencia cuando besó su mano elegantemente.

- Un placer... No te ha hablado de mi? - alzó una ceja- que desconsiderado... no me extraña de él.. si es que... - refunfuñó por lo bajo.

En esos momentos las voces por el pasillo anunciaban un pequeño revuelo; Chris apareció por la puerta seguido de una tropa de gente hablando a la vez, entre los que destacaba un hombre escualido que movia nervioso las hojas de un cuaderno. Margot habia saltado del lado de Velkan para refugiarse oculta tras una de las puertas.

- Y la cena..?
- Luego.. - respondió Chris evidentemente desesperado.
- Oh, y llamó el regente de..
- Luego..
- Y tienes que asistir a..
- ¡Luego!- miró a Merek sobre la cama- necesita descansar, asi que a trabajar - ordenó, de modo que todos salieron. Tomó las puertas cerrandolas, apoyando la espalda contra ellas suspirando. Pero algo llamó su atención.

- Por fin... - suspiró, girando el rostro para ver aquello, saltando a un lado en guardia- Marg..! ¿que haces aún aqui...?
- ¿Que te parece mi trabajo? tengo que atenderte... - mascullo tomandolo del brazo, pinchandole con un dedo en la herida intencionadamente- Flojo... otra vez te han herido..? Estas perdiendo facultades...
- Luego hablamos tú y yo... - masculló tomándola del brazo abriendo la puerta- ¿que tal esta..?
- Fuera de peligro, solo ha perdido sangre.. pero se regenerara rapido, pero no le dejeis hacer esfuerzos ni movimientos bruscos.. le has machacado la clavicula bestia... - lo fulmino con la mirada. Chris suspiro sacandola de la habitacion, cerrando la puerta para ir hacia Velkan.

- ¿Estas bien amor? disculpa el revuelo - lo beso, sentandose luego en una silla a su lado, observandolo un tanto preocupado- Margot es la mejor... se pondra bien...

-NO te preocupes, ya veo por qué tiendes a alejarte de este sitio... Demasiado estrés-le dijo con una suave sonrisa-. Y Margot ha sido muy amable y considerada, en ningún momento se ha quejado por tener que curar a mi padre... Y además lo ha hecho muy bien... Creo que se repondrá pronto... Y no te preocupes por la clavícula... Supongo que sanará rápido cuanto mejor repose-le dijo recostándose contra él-. Estoy tan... cansado...-volvió a quedarse dormido contra él, sosteniendo aún la mano de Merek con la suya.

Merek despertó varios minutos después de que se durmiese Velkan. Se sorprendió de encontrarse en un sitio completamente desconocido, hasta que empezó a recordar. Se volvió y se encontró con su propio hijo dormido sobre él, sosteniendo su mano con cuidado, y se sorprendió a sí mismo apreciando el gesto y la calidez que este escondía detrás. Después miró a Christophe con algo de seriedad.

-No me puedo creer que finalmente me trajeses a tu casa...-le dijo en un susurro con debilidad.

- Vamos... Margot lo hace... no puede ser tan dificil... - mascullaba intentando vendarse el brazo, los ungüentos los conocia todos, pero vendarse a si mismo era algo que tenia lejos de controlar. Suspiró mirando la tela mal puesta de su brazo- Que desastre...

Se giro al escuchar el susurro, sonriendo a Merek.
- Bienvenido de vuelta Merek... empezaba a dudar de ti - bromeó suavemente- Vaya destrozo me has hecho.. - comento sin perder la sonrisa- No iba a abandonar a un amigo... ¿que tal te encuentras..? - se intereso, esta vez con seriedad.

-Bueno... digamos que no puedo mover un brazo... Pero con el que me queda y mis dientes seguro que hago un mejor trabajo que tú con esas vendas-le dijo sonriéndole con debilidad. Tomó con la mano que podía usar las vendas y le dio vueltas a la herida, tensándolas después con ayuda de los dientes y colmillos, e hizo un nudo-. Listo... Y no te quejes tanto, no te he hecho mayor destrozo del que tú me has hecho a mi-trató de incorporarse y salir de la cama, pero aún le dolían los cortes, y tuvo que volver a sentarse. Además la zona de la clávicula hecha polvo estaba algo morada, y dolía horrores.

Lo tumbó cuando intento levantarse.
- Hey hey hey.. nada de eso, tú a descansar... te aviso que si no llamo a Margot, y te aseguro que no querrias verla enfadada... - se estremece levemente- Toma...- le alcanza un vaso que Margot habia dejado - anulara el dolor, es bastante fuerte... - comenta acomodandose en el borde de la cama, mirando la figura de Velkan todavia dormido- No se ha separado de ti desde que desperto.. - comenta sonriendo a Merek suavemente.

Tomó el vaso y bebió casi de golpe su contenido, sin importarle demasiado que le ardiera la garganta tras hacerlo. Realmente sabía que Velkan había estado todo el tiempo a su lado, lo había sentido incluso estando inconsciente, y ya había empezado a tener dudas acerca de la culpabilidad de su hijo en el tema de Cattia. Velkan tampoco podría haberse imaginado que su madre iba a caer en semejante depresión, y mucho menos que se iba a lanzar a una misión suicida de la que no iba a volver... Y además, teniendo en cuenta lo que acababa de suceder, de haberlo sabido, su hijo seguramente no habría abandonado su hogar.

-Con eso me quieres decir que tengo que perdonarle y olvidar el rencor que siento hacia su persona-le dijo seriamente al Conde. bien era cierto que empezaba a aflojar, pero no quería demostrarlo todavía ante nadie, y menos ante el amante de Velkan.

Suspira frunciendo levemente el ceño.

- Mira que eres cabezota Merek... - masculla- solo te digo lo que ha pasado, aunque esa reflexion deberias aplicartela... - miró a ambos en la cama, era un hermosa imagen.. Se alzó dirigiendose a la puerta- Os dejo solos... tengo cosas que atender... y alguien a quien matar - masculló tomando el baúl de Margot- condenada niña... - salió cerrando la puerta. No tenia nada que hacer alli por el momento, y en aquel cuarto sobraba. Se sonrio para si, los ojos de Merek no mentian...
Tras atender unos asuntos se dirigió a su propia habitacion, descansaria aquella mañana..

Merek observó cómo se marchaba, mirándolo divertido hasta que despareció tras la puerta y la cerró. Entonces volvió su atención hacia su hijo, que seguía dormido sobre él. Con el brazo sano y las pocas fuerzas que le quedaban, lo tomó y lo subió por completo a la cama, tapándolo después con las sábanas y acariciándole los cabellos con cariño, algo que no le había demostrado desde hacía demasiado tiempo.

-Descansa, hijo mío... Espero que algún día puedas perdonarme por todo el daño que te he hecho...-le susurró, recostándose a su lado y cerrando los ojos. Necesitaba dormir, cuanto más durmiese más rápido se curaría y mejor. Se quedó dormido pocos minutos después, sintiendo el cuerpo de su hijo pegado al suyo.

Las horas muertas pasaban, habia dormido varias, pero el sueño no era uno de los placeres que podia permitirse. Comenzó a recorrer el castillo caminando por los largos pasillos, aun habia sirvientes que vagaban en silencio... Se detuvo en el salón de audiencias, el hermoso trono aún aguardaba al fondo de la enorme sala. Caminó con su leve cojera, algo recuperada, pero todavia evidente, hasta sentarse en él pesadamente, mirando al vacío entre las sombras. La llegada de Merek habia avivado sus recuerdos, propios de su infancia. No le producian pena... pero si dudas. Lo cierto es que estaba agotado... Suspiro apoyando el menton en el puño, demasiadas cosas en tan poco tiempo...

Merek se despertó varias horas después, debido al punzante dolor que sentía en el hombro. El líquido debía de haver dejado de hacer efecto, porque volvía a dolerle tanto como antes de tomarlo. Se levantó de la cama, a pesar de que sabía que Christophe se lo comería vivo en cuanto se enterase. Salió al pasillo, sólo vestido con los pantalones y dejando al descubierto sus negros tatuajes. No había casi nadie, solamente unos cuantos criados. Se dirigió al salón del trono, tenía un presentimiento, y al ver al Conde abatido sobre el gran asiento, supo que no se había confundido. Abrió la puerta y pasó lentamente.

-Veo que no soy el único que no puede dormir-le dijo suavemente.

Alzó la mirada, frunciendo un poco el ceño al ver de quien se trataba. Cabezota...

- Merek... dime que es tu espiritu y que tú estas en tu cama reposando como deberias... la proxima vez te machacare las piernas...- masculló alzandose para sostenerlo- ¿ocurre algo..? - inquirió con suavidad, guiandolo hacia uno de los acolchados asientos de terciopelo rojo.
Se fijó en el morado oscuro de su clavícula, realmente se habia pasado... Se palpó el bolsillo, sacando un bote con el mismo líquido, sus heridas no dolian tanto como para necesitarlo, pero las suyas parecian necesitarlo y rápido.

-Bueno... Creo que mi espíritu no podrías tocarlo... ¿Prefieres que te diga que sí o que te diga que no?-le dijo sonriéndole-. No tienes que preocuparte tanto por mí cuando es evidente que sigues sin dormir... Son esos fantasmas del pasado tuyo los que deben preocuparte... Tienes que librarte de ellos, Chris...-le dijo llamándolo por su nombre por primera vez desde que se habían reencontrado-. Esta clavícula duele, pero no es para tanto...-trató de mover el brazo para demostrárselo, pero el brazo no se movió un àpice y el dolor que sintió lo hizo lanzar un sonoro quejido.

Sonrió al escucharlo pronunciar su nombre. Por primera vez desde su reencuentro volvia a sentirse como cuando su confraternidad se mantenia intacta pese a la distancia.

- Maravilloso... si me ganas a un pulso te dejo en paz... Bebe... - bromeó sonriendole suavamente mientras acercaba el contenido a sus labios- no has cambiado nada amigo mio... - musitó sin perder la sonrisa, sentandose en frente suya.

- Es solo... que a veces me planteo cosas del pasado... ya sabes que no recuerdo nada antes de mi educacion... - cerro los ojos unos instantes cansado- y este frio no reconforta ni mi cuerpo ni mi alma... - comento mirandolo con una media sonrisa cansada- sabes que nunca he conseguido dormir una noche entera...

-Es cierto, yo sé que tú nunca has dormido de un tirón la noche completa y tú sabes que yo nunca por nada del mundo reconocería que algo me duele y que me está poniendo de los nervios-le dijo tomando el recipiente y bebiendo nuevamente ese líquido que parecía auténtico ácido. Sintió como el dolor se calmaba poco a poco una vez más-. Me gustaría ayudarte con tu pasado, Chris, pero realmente... Aunque me cueste reconocerlo... Eres mayor que yo, así que no tengo ni idea de dónde están tus padres o qué hizo que quisiesen que nacieses...-le dijo débilmente-. No tienes que comerte demasiado el coco, piensa que ellos te habrían querido de estar más tiempo con ellos, pero desgraciadamente no te dejaron-le dijo con cariño.

Lo miró sonriendo cálidamente.
- Nací para esto... para gobernar... Quizás por eso nunca conoci el amor de una madre ni el aprecio de un padre... Me enseñaron de modo que aquello no importase... Ya sabes Merek... una máquina - suspiró cansado, para luego mirarlo a los ojos...
- Pero... no importa... ayer dormi durante horas... No me importa no haber conocido nada de eso en mi infancia... pues... tu hijo me los ha enseñado... me hecho ver que no soy solo un automata para gobernar... - susurró suavemente, despues de todo... estaba hablando con su suegro, y eso se le hacia.. realmente raro- Merek... amo a tu hijo... y lo hago de verdad... - lo miró fijamente

-Lo sé, créeme que lo sé... Y no he de ser yo quien os separe a vosotros dos... No quiero que me rompas la clavícula que me queda sana-comentó a modo de chiste. Notaba la tensión en el otro vampiro, y quería que se relajase precisamente-. No quiero que me veas como el típico suegro al que hay que temer, el que os corta la diversión y todo eso... Y tampoco voy a decirte que mi hijo es demasiado joven para casarse, porque lo cierto es que Velkan ya tiene edad suficiente para decidir por sí mismo... Así que supongo que tienes mi bendición mientras no me vuelvas a inutilizar un brazo... Es difícil rascarse el hombro izquierdo con el brazo izquierdo, ¿sabes?

Sonrió al escucharlo inclinando levemente la cabeza en una reverencia.
- Muchas gracias Merek... es algo importante para mi... ya sabes que estoy chapado a la antigua - bromeo riendo por lo bajo- pero sobretodo es importante para él... pensaba ir a buscarte para hacer las paces y que acudieses el día de la boda... - comentó recordando aquello- por cierto... él aún no sabe nada ni de tu salud.. ni de tu recuperacion.. ni de tu perdon... - se alzó tomandolo- será mejor que volvamos a tu habitacion antes de que se despierte y se encuente solo.. se llevara un buen susto.. - añade preocupado sonriendole- pedire a Margot que prepare más calmante... por esta mañana creo que te bastara... Y no te preocupes, prometo no romperte ningun hueso más - sonrie divertido - perdona lo de antes, creo que te di más de lo que debía en la pelea... - se disculpó-

-No te preocupes, yo habría hecho algo peor si hubiese podido contra ti, he tenido suerte de que fueses más habilidoso que yo, si no no me habría perdonado el hacerte daño-le dijo dirigiendo una mirada al moratón de su clavícula-. Además, con el calmante apenas la siento. Y realmente me lo merecía... Supongo que después de todo Cattia llevaba razón: Velkan se marchó porque yo lo oprimía, y por si fuera poco queriendo librarme de mis culpas he estado a punto de matarlo y disgustar más aún a Cattia...

Lo observo camino a la habitación, cargando su peso.
- No te tortures... si yo lo perdiese me volveria loco... - miró inconscientemente la marca de su muñeca- no puedo juzgarte por lo que hiciste, después de todo he estado a punto de perder la calma y matarte... no se si habria podido con ello - reflexiona abriendo la puerta de la habitación, viendo a Velkan dormido. Se queda parado un segundo observandolo, sintiendo esa sonrisa en sus labios, adoraba verlo dormir... De pronto se acordó de Merek, y lo acercó a la cama - Perdona - comentó sonriendole.

-No pasa nada, yo adoraba ver a Cattia dormir, así que supongo que a ti te pasará lo mismo con Velkan-le dijo con una sonrisa débil-. Pero si ya me llevas a la cama y me traes un poco de hielo para esta hinchazón, daré todo por perdonado-comentó con el mismo buen humor que antes, ni siquiera en ese estado podía dejarlo de lado-. Además, tú mismo has dicho que tengo que estar en reposo... aunque no me duele nada...-dijo, evidentemente mintiendo.