Curando heridas..

- Que la ciudad de Eristophel sea por muchos considerada una leyenda no es un capricho... - comenta con una media sonrisa- Mientras estes aqui no debes preocuparte por la fama ni la prensa... Hay rigurosos controles, el primer obstaculo es el clima, el segundo es la falta de comunicacion, luego estan las patrullas de licantropos bajo mi jurisdiccion, los humanos y sus puestos de guardia, además que la periferia cuidada por los Visionarios, vampiros educados para la defensa y cuidado de la ciudad... No se puede acceder sin su permiso, no se les ve, bueno... a nosotros nos dejaron pasar porque obviamente me reconocieron... y a tu padre tambien lo conocian, de todos modos su control es más riguroso en los jardines...- lo observo- Eristophel se ha mantenido viva gracias al celo con la que la guardamos... cualquier habitante daria su vida por ella, y los forasteros... son cuidados con reparo... no me gustaria ser uno de ellos... - musitó, pues de sobra era conocida la desconfianza... Podia ser un pueblo acogedor, pero todos habian sido educados para amar a su ciudad, y la guardaban con la intensidad de un miembro de la familia- Tenemos todo el tiempo del mundo para relajarnos y pensar en todo eso amor mio... aún tengo algo que enseñarte mañana... - susurra con una media sonrisa sugerente.

-Entonces lo mejor será que hagamos aquí todas las planificaciones, y que luego nos vayamos a donde nos vamos a casar de incógnito, así no tendremos más problemas-comentó sonriente, estaba feliz de que su boda pudiese ser algo más privado de la del resto de los vampiros famosos-. Y aún tenemos que encontrar a un gitano que la ceremonie... Pero eso corre menos prisa... Además los mejores suelen aparecer de repente, sin buscarlos-se acurrucó un poco más, abrazando algo mas cerradamente a Chris-. No sé cuánto tiempo se quedará mi padre aquí... supongo que hasta que se cure... ¿Crees que esa clavícula está muy rota?

Se acomodó entre sus brazos hundiendo su rostro contra él cariñosamente, mirandolo con una sonrisa culpable.
-Esto... pues pese a que intenté controlarme no le di precisamente suave.. - mascullo algo avergonzado, incluso él habia oido como el hueso se quebraba facilmente bajo el golpe- Pero aunque me cueste admitirlo Margot es una maravilla... no he conocido manos más hábiles que las suyas, de hecho no me extrañaria que en poco Merek se recuperase... si le hace caso claro - añadio rodando los ojos, pues para que ese cabezota hiciese lo que le pedian no era cosa facil...- No le digas a Margot que te lo he dicho.. se le subira a la cabeza.. - masculló frunciendo levemente el ceño.

-No te preocupes, no seré yo quien le diga nada...-se incorporó poco a poco, sin separarse del todo de Chris, quería tener contacto con él en todo momento. Palpó con suavidad la zona hinchada y amortada en la clavícula de su padre, con cuidado de no despertarlo con ello-. Tiene mala pinta... Pero seguro que sale de esta tan airoso como siempre-le dijo a Chris sonriéndole abiertamente-. Y más teniéndote a ti de cuidador para que no salga de la cama...

- Me empleare a fondo- comenta sonriendo para besar su cuello fugazmente, aprovechando que estaba incorporado para recostarse en su pecho hundiendo su rostro en su cuello, aspirando aquel aroma..- Te necesito tanto amor mio... - susurro cerrando los ojos- Jamás he necesitado dormir... ni he podido... ni he encontrado forma de conciliarlo... - suspira cansado- pero en tus brazos es todo tan diferente... encuentro la paz que no he hallado jamas antes en la vida... de hecho creo que no habia dormido tanto como lo he hecho contigo... - sonrie suavemente.

-Y vas a dormir más a partir de ahora, nada de esos hábitos insanos tuyos de despertarte e ir rondando por ahí sin apenas descansar-le dijo acariciándole de nuevo los cabellos-. Ahora tú y yo también tenemos que dormir, que aunque mi padre nos haya desvelado necesitamos un poquito de descanso. Y aún falta mucho para que anochezca...-se tumbó de nuevo, arrastrando consigo a Chris-. Venga... a dormir un poco...-cerró los ojos y se quedó profundamente dormido.

Cerró los ojos dejandose... pero apenas adivino por su respiracion que habia caido dormido los abrió para observarlo, no podia caer rendido sin antes verlo dormir... tan hermoso... tan suyo.. Sonrió para si mismo suspirando, acomodandose para finalmente cerrar los ojos y dormir entre sus brazos, alcanzando aquel descanso que le fue vetado tanto tiempo. Besó una de sus muñecas antes de quedar por fin dormido, abrazando a su amado con uno de sus brazos.

Se despertó unas horas antes del anochecer. De nuevo el punzante door lo había desatado de su reparador sueño. Sentía como si la zona ardiese y al mismo tiempo le estuviesen clavando millones de estacas de plata. Se levantó de la cama con mucho cuidado de no despertar a los otros dos, y salió a la enorme terraza para respirar el aire puro. El sol se había escondido tras los árboles, y además con el montón de nubes que cubrían el cielo sus rayos no podían dañarle.

Margot se encontraba en el pequeño cenador bajo las terrazas, pues sabia que el ocaso era la mejor ocasion de recoger aquellas flores... Le gustaba aquella luz mortecina manchando de dorado las hojas, jugando con los colores cambiandolo todo. Le gustaba porque la mayoria de los vampiros dormia, y los humanos ya se retiraban. Aquellas eran las horas muertas que tanto le gustaban. Sintio una presencia en uno de los balcones, alzando la cabeza para identificar la figura, no era la de Christophe como habia esperado, si no la de su nuevo paciente... Le dedico una media sonrisa antes de bajarla de nuevo a las flores.

Merek supo que lo había visto, pero se sorprendió al comprobar que la mujer no le había dicho nada. Se colocó una manta que encontró en la habitación por encima de los hombros, lanzando un quedo quejido al sentir la tela rozando la zona lastimada. Después bajo a los jardines, donde vio cómo Margot seguía recojiendo sus hierbas. Se acercó y se sentó sobre una de las piedras decorativas.

-Veo que no soy el único que madruga aquí...-le dijo suavemente-. Me sorprende que no me mandes a patadas a la cama.

Sintió como se acercaba, colocó una media sonrisa mientras continuaba con su recolección, hasta escuchó su voz. Se giró hacia él sonriendole.
- ¿Acaso habria servido de algo? - comentó suavemente sonriendole- si eres amigo de Christophe dudo que me hagas más caso que él - comentó poniendo los ojos en blanco sonriendo- Si ha tenido que ser tan duro contigo no será porque seas un cordero... - comentó mirandole de foma amable.
- Mi nombre es Margot... encantada- comentó mirandole después- Aunque deberias reposar... ¿te duele mucho?

-Bastante... pero menos que la primera vez antes de que me tomase el líquido ese que preparaste-le respondió sonriéndole con suavidad-. La verdad es que se me hace muy difícil quedarme quiero o en reposo, siempre he ido de aquí para allá... No me gusta demasiado quedarme sin hacer nada-le contó lentamente mientras se llevaba la mano a la clavícula para darle calor y que el dolor disminuyese.

Se alzo al ver aquella reaccion, colocandose a su espalda.
- Permiteme... - sugirió haciendole inclinar el cuello un momento, arrancando unos cuantos petalos a su espalda para presionar contra el morado. Mascando unas semillas para despues aplicarlas en una gasa.
- Sentiras calor.. pero no te lo quites.. - recomento masajeando levemente la zona, con delicadeza observando cada musculo, moviendo sus dedos expertos con cuidado. - deberia aliviarte... puedo darte más calmantes como anteriormente, pero he de preparar algo más... - susurró con suavidad.
- Pese a todo deberias descansar... al menos no moverte demasiado, y por nada mover este brazo... se te curará rapido si sigues mis consejos... aunque Christophe realmente se ha pasado... has debido de enfadarle bastante para que te haga eso...- nego con la cabeza- De todas formas no es grave... al menos no tanto como podria haber sido. No he conocido a nadie con unos golpes tan condenadamente precisos..

-Gracias...-le dijo sosteniéndose la gasa sobre la clavícula, notando como aliviaba poco a poco el dolor-. Lo cierto es que Chris siempre ha sido bueno en combate, supo cuál era mi punto débil casi sin pensarlo... Yo... Hace tiempo nos fuimos de misión a un bosque para espiar a los licántropos, nos pillaron y tuvimos que enfrentarnos a ellos... Chris tuvo sólo rasguños, pero yo me rompí el cúbito y el radio, y con mi brazo inutilizado de poco podía servirle... Pero me cuidó hasta que mi esposa vino a por nosotros-le contó sonriendo levemente al recordar los viejos tiempos-. Él sabe que sin mi brazo no soy nada, puede que sepa defenderme con el otro, pero realmente es complicado... Y tampoco es que yo sea muy dado a sacar mi lado animal de vampiro...

- Ese lado salvaje no es lo más digno que hay que se diga... - musitó sin alterar su ánimo, dedicandole una suave sonrisa antes de inclinarse de nuevo, metiendo las plantas en el baúl. Lo observó de lado inclinando levemente la cabeza.
- El chico que acompaña a Christophe... es tu hijo verdad? - preguntó observandole detenidamente, realmente se parecian mucho.

-¿Velkan? Sí, es mi pequeño saltamontes... Aunque digamos que ese termino ya no le sirve de mucho... Ha crecido una barbaridad-comentó sonriente, sintiéndose por primera vez en mucho tiempo orgulloso de su hijo-. Dicen que nos parecemos, aunque yo siempre he opinado que en todo él ha salido más agraciado que yo... Tiene el coraje y la belleza de su madre...

-Debió de ser una gran mujer... - comentó alzandose, levantando un brazo para observar con detenimiento el filo de la daga de la cual se valia para recoger las flores, inspeccionandola con ojo critico a la luz rojiza del ocaso. - Ha estado muy preocupado por ti... tienes un buen hijo, sin duda - comento dejando que la herramienta se colase habilmente por la manga de su camisa, quedando oculta tras esta en un gesto muchas veces repetido.

-Es un buen hijo, aunque no haya sabido verlo y apreciarlo hasta ahora... A veces a las personas nos puede el dolor y la rabia, nos ciega y nos vuelve seres casi irracionales... Me siento avergonzado por ello-comentó bajando la mirada al suelo-. Cattia era... La mejor de las mujeres, era dulce, amable y dedicada a su familia... Pero la perdí... Y jamás volveré a encontrar a alguien como ella...-su mano cayó desanimada sobre sus piernas, dejando que las hierbas y la gasa se cayesen dejando a la vista el moratón.

- Nunca encontraras a alguien igual a otro- comenta manteniendo su tono neutral, reflexibo como siempre. La convivencia con Chris se hacia notar en la pasividad- y nadie te podra dar lo que ella - se encogió de hombros agachandose a sus pies para recoger las hierbas, recolocandolas lo mejor posbible en el paño- pero en cierto modo nadie es insustituble...

-¿Alguna vez... te has sentido impotente por no poder hacer nada por la persona a la que amas?-le preguntó con debilidad emitiendo a la vez un quejido al sentir como presionaba el paño de nuevo en su clavícula-. Yo... Yo no pude hacer nada por ella... Se marchó y yo no la seguí porque era un maldito inútil que no podía defender ni siquiera a su esposa... O por lo menos mantenerla en casa a ella y a su hijo...-una lágrima resbaló lentamente hasta su barbilla-. Me siento tan... imbécil... que me sorprendé que aún me queden ganas de seguir adelante después de todo lo que he hecho...

Lo miró pensativa, viendo como aquella lagrima resvalaba por su mejilla, recogiendola en su dedo para llevarla sus labios, sintiendo aquel sabor salado en ellos.
- Mmm.. da igual tu pasado.. no puedes hacer nada para cambiarlo ¿no? Si fuiste un idiota aceptalo, pero a su vez carga con la responsabilidad de que a partir de hoy tienes una oportunidad para cambiarlo - valoró mirandolo, sin alterar ni su expresion ni su tono - si no le pones solucion es cuando realmente seras un imbecil - concluye, mirando sus ojos.

-¿Es que no te parezco ya suficientemente idiota? Me odio a mí mismo por perderla y aún encima pretender cargar a mi propio hijo con las culpas de esa atroz muerte que ocasioné yo...-musitó levantándose-. Cuando me di cuenta de que Chris no me había matado, deseé que lo hubiese hecho, con todas mis fuerzas... Ni siquiera sé si algún día encontraré la fuerza necesaria para mirarme en un espejo... es tan... desesperante...-cerró los ojos con fuerza, tratando de alejar esos pensamientos de su mente.

Lo miró alzando levemente una ceja.
- Si decides autocompadecerte entonces seras realmente un idiota- comento con sinceridad, pero sin mala intencion- ¿acaso repetirte que fue tu culpa y castigarte te sirve de algo? ¿te la va a devolver? ¿te ha dado a tu hijo? No. La respuesta es no. Solo cuando has comenzado a moverte, ha hacer algo las cosas han empezado a cambiar. Así que deja de darte cabezazos y reacciona, aprovecha la vida que tienes, porque tiene una razon- Concluyó recogiendo de nuevo los emplastos y obligandolo a sentarse apretando la herida con la fuerza necesaria para que se sentase.

Se quejó sonoramente, llevándose la mano a la zona. Le había apretado demasiado, y volvía a notar pinchazos incluso con las hierbas de nuevo colocadas.

-¿Es que quieres rompérmela más aún?-le dijo mirándola con enfado-. Soy más delicado de lo que parezco, ¿sabes? Un poco más de cuidado...

- Baja los humos o no prometo que no volveras a beber algo tranquilo en tu vida- comentó con autoridad, pues habia dos tabues para ella: su trabajo y las plantas. Sencillamente no se podia poner en duda ni una ni otra. Y las quejas de sus pacientes eran un atentado contra la primera. Sin embargo frunciendo el ceño se veia ciertamente graciosa, dado que fruncia los labios en una mueca divertida, y su cara se hacia más infantil en lugar de temible, contraste con sus palabras o su voz realmente extraño- Se como es tu cuerpo a la perfeccion, te he hecho un reconocimiento antes..